Tras la vendimia toca hacer balance de lo que ha sido un año tremendamente complicado en el campo valenciano. La fuerte sequía durante el otoño-invierno y las intensas olas de calor durante el verano, no solo auguran un duro trabajo en bodega para mantener la calidad de los vinos premium de muchas bodegas, sino que, además, junto con estos episodios climáticos extremos, una nueva amenaza cobra relevancia en el viñedo valenciano: el mosquito verde de la vid.
Se trata de un pequeño insecto que se alimenta directamente de la hoja picándola y succionando sus tejidos, causando primero su debilitamiento y poco a poco la muerte de la hoja. Cuando las poblaciones son muy intensas, puede llegar a producirse la defoliación prematura del viñedo, haciendo imposible la maduración de la uva y comprometiendo la brotación de la viña en primavera.
Enguera y Turís son dos de las bodegas valencianas que más sufren esta problemática y desde el año pasado trabajan junto con El Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva, el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) y la Sociedad de Agricultura Ecológica y de Montaña de la Comunidad Valenciana (SAEM) en un Proyecto de Cooperación para sentar las bases de la gestión sostenible del mosquito verde de la vid, proyecto que cuenta con la financiación del PDR 2014-2020 de la Consellería de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Generalitat Valenciana.
Este proyecto tiene como objetivo conocer las especies del mosquito verde presentes en nuestro territorio y estudiar su comportamiento en el viñedo. Este trabajo es esencial para abordar en el futuro acciones específicas para el control de la plaga que sean respetuosas con sus enemigos naturales, ya que actualmente, la aplicación de insecticidas de amplio espectro es la solución más eficaz.
Durante esta campaña, el equipo de I+D+i de Bodegas Enguera ha llevado a cabo muestreos en 9 viñedos de la Comunidad Valenciana gracias a la colaboración de otras 6 bodegas: Bodegas Flors, Bodegas Hispanosuizas, Casa Lo Alto, Vegamar, Bocopa y Les Freses. Las muestras eran enviadas al IRTA y la Universitat de València quienes llevaban a cabo mediante técnicas moleculares la identificación de las especies de mosquito verde presentes en nuestros viñedos.
Los resultados no han podido ser más sorprendentes. Tradicionalmente se creía que Empoasca Vitis, era la especie asociada a la plaga del mosquito verde y así lo confirman las numerosas investigaciones publicadas sobre ensayos realizados en Francia o Estados Unidos. Sin embargo, una especie casi idéntica a la anterior, Jacobiasca lybica, es la más abundante en nuestra viticultura. “Todavía es pronto para afirmarlo, pero todo apunta a que las altas temperaturas que hemos experimentado este verano, tienen mucho que ver con la expansión de esta plaga” afirma Juan Martínez Barberá, técnico coordinador del proyecto y responsable de I+D+i de Bodegas Enguera. De nuevo el cambio climático parece estar detrás de la expansión de lo que hasta ahora era un problema minoritario en la Comunidad Valenciana.
Este descubrimiento y los que todavía está analizando el equipo de investigación del proyecto, pone de manifiesto la importancia de potenciar la investigación en el sector agroalimentario, especialmente ante el actual escenario de cambio climático.
Valencia, 6 de octubre de 2023. La presencia cada vez más elevada de ciclistas en los caminos agrarios, sobre todo durante los sábados y en zonas turísticas como el litoral valenciano, preocupa a los agricultores. No en vano, asociados de Oliva de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) informan de varias colisiones entre vehículos agrarios y ciclistas en este tipo de sendas que, advierten, pueden aumentar en número y en gravedad de daños materiales y personales si no se toman medidas.
Por ello, AVA-ASAJA solicita al ayuntamiento de Oliva, en particular, y al resto de consistorios que se encuentren en una situación similar, la colocación de carteles que indiquen claramente a los usuarios que se trata de caminos agrarios que son empleados fundamentalmente por agricultores, para acceder a sus explotaciones, no sólo mediante coches o furgonetas de uso común, sino también con maquinaria agraria de gran tamaño, como tractores, cubas, tanques de pulverizar e incluso camiones para transportar las cosechas. Asimismo, la organización agraria pide la instalación de más señales de tráfico –principalmente de stop y ceda el paso– en aquellos cruces que tienen escasa visibilidad a causa de los árboles, a fin de elevar la precaución y la prevención de accidentes.
AVA-ASAJA valora el ejemplo de Xàbia, cuyo ayuntamiento ha diseñado avisos en caminos agrícolas que especifican, junto a la velocidad máxima de 30 kilómetros por hora, los siguientes anuncios: “Se encuentran en zona agrícola. Atención maquinaria trabajando. Respeten los campos y cultivos”.
El asociado de Oliva, Juan Savall, subraya que “está muy bien la afición del ciclismo y que haya ciclistas que quieran disfrutar del paisaje maravilloso de los naranjos, pero si no se mejora la señalización de los caminos rurales, al final va a pasar un accidente grave. Ya ha habido incidentes que, por suerte, no han ido a mayores. Estamos a tiempo de evitar nuevos choques, que tendrían a los ciclistas como principales perjudicados al circular con mayor vulnerabilidad. Si un pueblo turístico como Xàbia lo ha hecho, entendemos que Oliva y otros términos eminentemente agrícolas también deberían tomar cartas en el asunto. Los agricultores únicamente queremos ir a nuestros campos con seguridad y tranquilidad, lo que pedimos es de sentido común, y creo que beneficiaría a todos”.
Valencia, 4 de octubre de 2023. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) solicita al Gobierno que exceptúe de la obligación de cumplimentar el cuaderno digital de explotación a las fincas que tengan igual o menos de 15 hectáreas de regadío e igual o menos de 30 hectáreas de secano o que toda su superficie esté dedicada a pastos. Asimismo, pide que la entrada en vigor se retrase al 1 de enero de 2026 (al ser la fecha máxima establecida por la Unión Europea) y que la Administración aproveche este periodo transitorio para realizar un plan formativo a los agricultores y ganaderos, facilitar medios digitales e identificar los organismos oficiales que podrán prestar la cumplimentación del cuaderno digital.
Esta es una de las principales alegaciones que la organización presidida por Cristóbal Aguado ha presentado al proyecto de Real Decreto por el que el Gobierno plantea modificar diversos reales decretos dictados para la aplicación en España de la Política Agrícola Común (PAC).
La asociación asimismo propone que la obligación de contar con un asesor en gestión integrada de plagas (GIP) sólo recaiga en explotaciones de más de 15 hectáreas de regadío y 30 hectáreas de secano, ya que “sería inviable técnica y económicamente para los pequeños y medianos agricultores”.
Aguado añade que “si la Conselleria de Agricultura fuera capaz de establecer una red de avisos sobre la evolución de todas las plagas y enfermedades por comarcas y el Ministerio la considerara como referencia, ya no haría falta que fuera el asesor de cada agricultor quien hiciera un montón de visitas a las parcelas, con los sobrecostes inasumibles que ello generaría”.
El dirigente agrario también insta a poner a disposición del sector un equipo de la Administración para asesorar en caso de dudas (cómo aplicar varias materias activas en una sola pulverización que puedan exigir distintos volúmenes de caldo, identificación del estado fenológico del cultivo, etc.), preferentemente en las oficinas comarcales agrarias, si bien propone también en las organizaciones agrarias y cooperativas en caso de considerarlas y financiarlas como entidades colaboradoras de manera oficial. “La Conselleria debería plantearse este tema y trasladarlo a Madrid, pues hay otras regiones con mucho minifundio. Y si Madrid no hiciera caso, nos plantearíamos la desobediencia, no cumplimentar el cuaderno digital, no porque no queramos, sino porque no podemos”, advierte Aguado.
AVA-ASAJA también aboga por flexibilizar ecoregímenes. En primer lugar, solicita incluir un nuevo ecoregimen denominado laboreo superficial con los importes similares a la agricultura de carbono y agroecología: rotaciones y siembra directa. Además, con el objeto de controlar las malas hierbas, propone que se puedan realizar labores superficiales en los cultivos herbáceos a partir de la fecha de recolección y tratamientos agrícolas en las tierras de barbecho entre los meses de abril y junio.
Respecto a la ayuda asociada a los productores de frutos secos, que en la Comunitat Valenciana sólo se destina al sur de Alicante por riesgo de desertificación y con pendiente superior al 10%, AVA-ASAJA solicita que se incluyan otras comarcas como Los Serranos, Utiel-Requena, el Alt Palància o el Baix Maestrat.
Finalmente, AVA-ASAJA reitera su reivindicación de reducir la burocracia a efectuar por los agricultores y ganaderos (fotografías georreferenciadas y, en el caso de los ganaderos, también información de dispositivos de geolocalizacion animal) de forma que sea la propia Administración a través de sus medios digitales la que pueda realizar estas comprobaciones.
Valencia, 2 de octubre de 2023.- Dos de dos. Según ha podido confirmar la Interprofesional Citrícola Española (Intercitrus), los exportadores sudafricanos siguen sin cumplir este año –de manera mayoritaria- la normativa co-munitaria relativa al cold treatment en sus envíos de naranjas a la UE. Como en 2022, los operadores de este país recurren a un ardid técnico y burocrático para no aplicar el tratamiento de frío que la Comisión Europea (CE) reguló en junio del año pasado para evitar el contagio de la ‘Falsa polilla’ (T. leucotreta) a las plantaciones citrícolas europeas. “La responsabilidad de ejecutar la legislación comunitaria en materia de sanidad vegetal es de los Estados miembros y la regulación aprobada no es ambigua, no deja margen a la interpretación y su cumplimiento es fácilmente com-probable. Es obvio que Sudáfrica está encontrando aliados en la UE para no respetar lo regulado”, señala a este respecto la presidenta de Intercitrus, Inmaculada Sanfeliu.
El modo de proceder de estos exportadores es el mismo que el materializado durante casi toda la campaña pasada: las partidas de naranjas sudafricanas llegan a los puertos europeos con un certificado fitosanitario que sobre el papel acredita el cumplimiento del protocolo y en algún lugar los inspectores lo dan por bueno sin solicitar los registros de temperatura de las tres sondas de pulpa, con lo que cursan su normal acceso al mercado europeo sin realizar mayor verificación. La realidad, sin embargo, es que la temperatura de tratamiento requerida no se aplica sobre la parte central de la fruta –como así exige expresamente la normativa internacional, la NIMF 42, a la que se refiere el reglamento europeo- sino que se enfría la temperatura ‘ambiente’, la del set point del contenedor (no la del fruto), por lo que este método ‘alternativo’ no garantiza la eliminación de las posibles larvas de la plaga en el interior de las naranjas. En este sentido, la interprofesional recuerda que dos tercios de los cítricos sudafricanos importados por la UE llegan por un solo puerto, el de Rotterdam.
De ahí, que Intercitrus insista a la DG Sanco de la Comisión –que a estas alturas debe conocer la práctica pero que no es competente a la hora de realizar las inspecciones- que haga valer sus propias normas y que regule para ello un sistema de comprobación rápido e inequívoco sobre el cumplimiento del tratamiento de frío. En concreto, la interprofesional reclama que, antes de partir hacia el destino europeo, el operador sudafricano concrete cuál será su puerto de entrada (para así prevenir a los inspectores en destino y calendarizar los obligatorios controles). Además, exige que todos los contenedores -como establece la citada NIMF-42- incorporen las tres sondas de pulpa que deben medir y registrar la temperatura de la parte central de la fruta (no la temperatura ambiente del contenedor). En tercer lugar, propone crear una plataforma virtual donde se almacenen los registros de las temperaturas de estas tres sondas descargadas, a su vez, del data logger que cada contenedor de naranja originario de un país con ‘Falsa Polilla’ con destino a la UE está obligado a tener. Tales datos –que acreditarían sin género de dudas el cumplimiento del cold treatment- deberían quedar a disposición de las autoridades competentes de los Veintisiete durante al menos un año.
Junto a ello, la interprofesional insiste en que –dado que la mandarina y el pomelo hospedan esta plaga de igual manera que la naranja- se regule ampliar el cold treatment a estas dos especies de cítricos.
La Citrus Growers Association (CGA) of Southern Africa, antes de arrancar la presenta temporada de exportación, estimó que el coste de implementar las medidas requeridas por la UE se situaría en unos 75 millones de dólares y que provocaría, dada la escasez de contenedores preparados para cumplir con tal tratamiento y siempre según adujeron, una reducción de sus exportaciones de naranjas de entre el 15 y el 25%, esto es, unas 80.000 toneladas menos. La realidad es que, según sus propios datos y hasta la semana 37 del presente año (hasta mediados de septiembre) el volumen comercializado de naranjas sudafricanas en la UE (casi 24 millones de cajas, unas 360.000 toneladas) es un 13% superior al de la misma fecha de 2022 y un 8,3% más alto que el de esa misma semana de 2021.
La CGA, de hecho, ya advirtió entonces que el sector sudafricano no sería “capaz de acomodar (a lo exigido por la UE, se entiende) los enormes volúmenes de fruta exportada desde Sudáfrica a la UE”. Según sus estadísticas, la UE es efectivamente y de largo, su principal mercado, donde en 2022 se comercializó el 32% de sus naranjas exportadas (a larga distancia de Oriente Medio, con el 21%). Es más, el 27 de julio de 2022 y prueba de su rechazo al reglamento aprobado por Bruselas, el Gobierno Sudafricano solicitó abrir un procedimiento de consultas en el seno del órgano de Solución de Diferencias de la Organización Mundial del Comercio (OMC), sin que hasta el momento haya habido pronunciamiento o se haya instado a medida cautelar alguna. Difícilmente se puede tildar –como se ha argumentado formalmente ante el organismo internacional- que la medida de la CE es “proteccionista” cuando Sudáfrica está obligada a exportar sus cítricos u otras frutas con un tratamiento de frío análogo (más exigente, en realidad) por las autoridades fitosanitarias de hasta 20 países (entre ellos, EEUU, China, Corea, Japón, India o Taiwán) y en ningún caso Sudáfrica ha presentado por ello reclamación alguna a la OMC.
Valencia, 29 de septiembre de 2023. El consorcio de 24 entidades de Europa, Asia y América que conforma el proyecto PRE-HLB instó hoy, durante una jornada celebrada en la Finca Sinyent, a que todas las autoridades de la Unión Europea “estén lo mejor preparadas posible para tratar de evitar la llegada de los vectores y de la enfermedad del Huanglongbing (HLB), porque sería el infierno, un antes y un después en nuestra citricultura, que podría destruir el cultivo de los cítricos como ya lo ha hecho en otras regiones del mundo como California”.
Valencia, 25 de septiembre de 2023. Un estudio elaborado por la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) a partir de datos del Ministerio de Agricultura revela que la valenciana es la comunidad española que menos superficie agraria cobra de las ayudas directas de la Política Agrícola Común (PAC). En concreto, el 50,26% de la superficie de la Comunitat Valenciana –439.626 hectáreas de cultivo– queda fuera de estas subvenciones, mientras que a nivel nacional apenas el 15,11% de la superficie agraria está excluida. Las regiones con menor porcentaje de tierras no perceptoras de dichas ayudas directas son Castilla-La Mancha (3,96%), Aragón (6,61%) y Extremadura (8,45%).
AVA-ASAJA también subraya que alrededor de 59.000 agricultores de la Comunitat Valenciana –es decir, hasta el 60% del total– no cobran ni un euro de ayudas directas de la PAC. Este año las han solicitado 40.764 titulares, lo que supone un 7,3% menos respecto al ejercicio anterior. Según la organización presidida por Cristóbal Aguado, las principales causas que explican estas cifras son que la Comunitat Valenciana es líder en tierras dejadas de cultivar (171.000 hectáreas abandonadas), así como la discriminación de la PAC hacia los cultivos mediterráneos, el minifundio y las estrictas condiciones en las normas a cumplir: una cantidad mínima de 300 euros, excesiva burocracia, ayudas acopladas de difícil cumplimiento y ecoregímenes no adaptados a la realidad de los cultivos.
Ecorregímenes
En referencia a este último punto, el estudio de AVA-ASAJA concluye que el 65% –casi dos terceras partes– de la superficie agraria de la Comunitat Valenciana no se ha acogido a ningún ecoregimen, un pago complementario y voluntario por cumplir requisitos ambientales que representa una cuarta parte del presupuesto de la PAC. Este porcentaje vuelve a ser mucho menor en el cómputo nacional, donde sólo el 25,9% de la superficie rechaza estas ayudas. Por cultivos, el 77% de la superficie de cultivos permanentes (cítricos, viña, frutales, olivar, etc.) no se acoge a las cubiertas vegetales o a la trituración de restos de poda, mientras que el 86% no se acoge a la rotación de cultivos o siembra directa (cultivos herbáceos, hortalizas, etc.) Por el contrario, los ecoregímenes vinculados a la ganadería y el arroz tienen mejor implantación.
AVA-ASAJA argumenta esta escasa aceptación a que “la mayoría de los ecoregímenes no se adecúan a las labores que requieren los cultivos, sobre todo los leñosos, de manera que los agricultores lógicamente piensan que si los hacen acabarán perdiendo más dinero por la venta de sus productos que lo que representa el importe de la ayuda. Esto pasa cuando los políticos legislan de espaldas al campo y se mueven por un ecologismo radical e ideológico, que acaba favoreciendo justo lo contrario de lo que proclaman: el abandono y la degradación paisajística”.
Valencia, 22 de septiembre de 2023. Los socios del proyecto SENSOPLAG presentaron hoy al sector agrario, en la Finca Sinyent de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), las tecnologías que han desarrollado durante los últimos dos años para lograr una aplicación más temprana, precisa y sostenible contra las principales plagas de los cítricos, como el Cotonet de Sudáfrica, el Trips de la Orquídea, el ácaro rojo oriental, así como amenazas aún no presentes en la citricultura valenciana como los vectores transmisores del Huanglongbing (HLB).
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, inauguró la jornada final de este proyecto subrayando que “la digitalización es una asignatura que todos debemos estudiar. En el caso de la agricultura, proyectos como este son necesarios para adaptarnos a las exigencias del Pacto Verde Europeo, ya que las nuevas tecnologías pueden acercarnos a la prevención y la lucha de plagas con mayor concreción y menor uso de productos fitosanitarios”.
El secretario autonómico de Agricultura, Javier Bartolomé, ahondó en este punto durante la clausura: “Hay que conseguir avances tecnológicos que permitan reducir costes de producción, teniendo en cuenta la estructura de las explotaciones agrarias valencianas, para mejorar la rentabilidad de los agricultores”.
Investigadores del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) explicaron sus colaboraciones en el marco del proyecto Sensoplag. Por una parte, Enrique Moltó detalló la línea de trabajo sobre teledetección por medio de satélite e información de ortofotos para detectar estreses fotosintéticos que provocan la negrilla en los árboles. Por otra parte, Sergio Cubero mostró a los agricultores asistentes los prototipos diseñados de trampas inteligentes cromotrópicas, con placas solares y baterías de ultra bajo consumo, que facilitan a los agricultores o técnicos conocer la presencia continuada de plagas sin necesidad de ir al campo.
Lorenzo Cervera, responsable de proyectos del centro tecnológico AINIA, destacó la experimentación llevada a cabo mediante la combinación de información proporcionada por un dron de ocho hélices que dispone de una cámara hiperespectral y multiespectral y de un vehículo autónomo sensorizado. A pesar de los problemas hallados para correlacionar los datos obtenidos con los daños de la plaga objeto, AINIA abogó por continuar esta línea de trabajo que acerca la tecnología al usuario.
Por parte de la Universitat de Valencia, Sheila Sánchez, enseñó el prototipo de narices electrónicas, que combinan sensores electroquímicos con sensores ópticos. Los resultados son positivos porque detectan la presencia de Cotonet de Sudáfrica y favorecen modelos de predicción.
Salvador Rodrigo, en representación de Locatec Aplicaciones Informáticas, avanzó el diseño de una aplicación móvil que, una vez finalizada, pretende facilitar al agricultor una guía informativa, una guía fotográfica, el reconocimiento de las plagas objeto basándose en un banco de miles de imágenes, el resultado con niveles de probabilidad y el envío de positivos. Asimismo, Locatec ha elaborado una plataforma de integración de todas las tecnologías y un recomendador de tratamientos fitosanitarios para aconsejar el producto más adecuado con la menor dosis.
Por último, el agente de innovación de AVA-ASAJA, Carlos Montesinos, resaltó el papel de esta organización profesional agraria para coordinar todos estos trabajos y transferir los resultados a los agricultores de manera ágil y amena. El proyecto Sensoplag cuenta con la financiación de la Generalitat Valenciana, a través de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI), y la Unión Europea.
Valencia, 20 de septiembre de 2023. Las tormentas no dan tregua a la agricultura valenciana. Ayer una nueva tormenta de lluvias torrenciales, viento y pedrisco volvieron a causar graves daños en cultivos que están en plena época de recolección. Según las estimaciones de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), la última DANA afectó a 5.000 hectáreas de superficie agraria con unas pérdidas directas e indirectas de 8 millones de euros.
La zona más castigada por la piedra fue la parte occidental de la comarca de Utiel-Requena, concretamente los términos de Fuenterrobles, Villargordo del Cabriel y Utiel. Alrededor de 3.000 hectáreas, principalmente de viñas, aunque también de almendras y olivar, sufrieron una merma media del 30% de la cosecha. Hay viñedos que alcanzarán el 80% de afección. Este temporal se suma a los devastadores estragos que ya había ocasionado la falta de precipitaciones y varias tormentas de pedrisco en la comarca.
Las abundantes e intensas lluvias en L’Horta Sud, especialmente en Silla, Albal y Catarroja, acentuaron la humedad excesiva en los arrozales. AVA-ASAJA constata consecuencias negativas en, al menos, 2.000 hectáreas de arroz, tanto pérdidas directas de producción en las variedades tempranas como Provisia, como pérdidas indirectas por la aparición de hongos.
La piedra cayó acompañada de agua abundante en zonas agrarias de L’Horta Sud, L’Horta Nord, Los Serranos y La Plana Baixa de Castellón. En esta comarca castellonense se empiezan a observar las cicatrices en la piel de los cítricos que ocasionó el pedrisco de la semana pasada.
Del mismo modo, en La Ribera Alta, sobre todo en Algemesí y Albalat de la Ribera, donde la semana anterior hubo precipitaciones superiores a los 200 litros por metro cuadrado, AVA-ASAJA detecta problemas que van surgiendo en forma de caída de frutos, daños en ramas y problemas de encharcamiento.
AVA-ASAJA reitera a las distintas administraciones el establecimiento de medidas fiscales dirigidas a los agricultores afectados por estas adversidades climáticas. Además de las medidas solicitadas al Gobierno y a la Generalitat Valenciana, la organización agraria pide a los ayuntamientos que, debido a la anomalía climática o a los problemas de rentabilidad, modifiquen sus ordenanzas fiscales y bonifiquen el IBI Rústico a las explotaciones ubicadas en sus términos.
Valencia, 18 de septiembre de 2023. La tormenta de pedrisco que ayer descargó en varias comarcas de Valencia y Castellón causó devastadores destrozos en los cultivos, algunos de los cuales estaban a las puertas de su recolección. Según una primera estimación de urgencia avanzada por la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), el temporal provocó 40 millones de pérdidas tras castigar, con afecciones de hasta el 100% de la cosecha, más de 15.000 hectáreas de viñas, cítricos, caquis, aguacates, almendros, olivar, arroz y hortalizas como alcachofas.
Una alfombra de piedras de unos cuatro centímetros de grosor golpeó 8.000 hectáreas de viñedos, principalmente, en la comarca de Utiel-Requena, ocasionando unas pérdidas superiores a los 12 millones de euros. A lo largo de una franja de unos 40 kilómetros, entre la pedanía de Requena de El Rebollar y Villatoya (en la frontera con Castilla-La Mancha), cientos de viticultores perdieron hasta la totalidad de su producción de uva en plena época de vendimia. Además, la piedra llegó a causar daños severos en las cepas, lo que podría dar lugar a problemas en la poda y en la producción de la siguiente temporada. AVA-ASAJA prevé que la cosecha en esta comarca –la principal zona productora de uva en la Comunitat Valenciana– sufrirá una merma superior al 60% respecto a la media de los últimos años debido a, entre otras adversidades climáticas, las sucesivas tormentas de pedrisco.
El temporal también golpeó con fuerza en el Camp de Túria, sobre todo en los términos de Benaguasil y la Pobla de Vallbona, así como en Llíria, Benisanó, Vilamarxant, Bétera, Olocau y Nàquera. En esta zona la superficie agraria dañada ascendió a 6.000 hectáreas, siendo los cultivos predominantes los cítricos, caquis y hortalizas. Las pérdidas estimadas superan los 25 millones, tanto por las pérdidas directas de cosechas ante el inicio de la recolección de cítricos y caquis, como por la defoliación y los daños en madera que supondrán mermas en la próxima campaña. En parcelas de alcachofas, que se encontraban en periodo de brotación, solo ha quedado la estaca.
AVA-ASAJA también constata otras comarcas de Valencia y Castellón con algunas áreas afectadas, en menor medida, por este último temporal de granizo, tales como el Camp de Morvedre, la Plana Baixa (que la semana pasada ya sufrió una DANA con consecuencias negativas) y la Ribera. Estas zonas abarcan una superficie de un millar de hectáreas afectadas, especialmente de cítricos, caquis y aguacates. En el caso del arroz, el pedrisco ha tenido una incidencia escasa, aunque la persistencia de las últimas lluvias ya está ocasionando pérdidas de producción a las variedades más tempranas.
La organización agraria recuerda que el riesgo de pedrisco está cubierto por el seguro agrario y destaca la importancia de tener aseguradas las cosechas. Recuerda a todos los asociados que tengan contratada la póliza que declaren sus siniestros a fin de que Agroseguro perite e indemnice a la mayor brevedad posible los daños.
Por otra parte, AVA-ASAJA solicita a las distintas administraciones la puesta en marcha de medidas fiscales dirigidas a aliviar las graves pérdidas económicas de los agricultores que han sufrido siniestros en sus explotaciones a causa de este nuevo temporal.