AVA-ASAJA estudia acciones judiciales contra el MAPA por los importantes daños que está ocasionando a los agricultores valencianos la expansión de la ‘Tuta absoluta’. La asociación agraria reclamaría, así, indemnizaciones directas a los productores de tomate porque considera responsable de la expansión de esta plaga al departamento de Elena Espinosa. Y esto, tanto por los fallos en los controles aduaneros –que no advirtieron la entrada de esta agresiva polilla hasta ahora radicada en Sudamérica- como por la inacción demostrada durante los casi siete meses que han transcurrido desde que se localizó en Valencia el primer foco.
AVA-ASAJA denuncia que el nuevo protocolo hortofrutícola en materia de residuos que mañana firmarán en Berlín la Comisión Europea (CE) y la Federación Rusa es arbitrario y supone una nueva cesión comercial de Bruselas que añadirá costes burocráticos y que dificultará la exportación a esta importante plaza. La nueva norma rebaja sin justificación alguna los límites máximos de residuos (LMR) ya establecidos en los Estados miembros, obliga a presentar para cada envío un certificado que asegure su cumplimiento y que sólo podrá ser expedido por laboratorios oficiales rusos –una medida inédita que además niega el derecho a recurrir a un auditor independiente externo- e incluso reclama que éste vaya acompañado de un boletín informativo, distinto a los que ya se usan habitualmente y que aseguran la trazabilidad de las frutas u hortalizas, en el que se detallen todos los fitosanitarios usados durante su ciclo productivo y durante el envasado.
Como remarca el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, tales medidas “si bien parecen estar dirigidas al loable fin de salvaguardar la seguridad alimentaria, resultan caprichosas porque, además de no estar argumentadas, encubren una nueva barrera comercial, una baza con la que negociar otras cuestiones que nada tienen que ver con la agricultura”.
Porque el protocolo que será suscrito mañana deja un amplio margen a la interpretación, lo que aumenta la inseguridad jurídica y comercial de los futuros envíos a aquel país. En concreto, el texto pactado con la CE no aclara cuáles serían los niveles de tolerancia que se aplicarían cuando, cumpliendo la norma española (ya de por sí restrictiva), se detectasen residuos de fitosanitarios superiores a los LMR rusos. Tampoco se especifica si el protocolo será aplicado por igual a las partidas importadas de todos los Estados miembros ni si sus disposiciones afectarán también a las compras rusas realizadas a países terceros.
AVA-ASAJA reclama por todo ello a la Organización Mundial del Comercio (OMC) que, de una vez por todas, se decida a tomar cartas en el asunto y, ante los sucesivos retrasos de la UE, consensúe una regulación internacional que armonice el caos de normativas nacionales en materia de residuos. “EEUU, China o Rusia –con la aquiescencia de la UE- se apuntan a la OMC para las cuestiones que les interesa pero hacen de su capa un sayo las cuestiones que, como ésta, afectan al equilibrio comercial planetario”, denuncia el presidente de AVA.
Las exportaciones hortofrutícolas españolas a Rusia, con ventas en 2007 de 122.000 toneladas, venían siendo moderadas hasta el momento. Sin embargo, el país ex comunista se ha convertido en un mercado estratégico clave para que la Comunitat logre diversificar más allá de la UE sus ventas. De hecho y gracias a las nuevas líneas marítimas directas al puerto de San Petersburgo abiertas hace semanas, en lo que llevamos de campaña ya se han triplicado los envíos de cítricos a aquel país (se ha pasado de poco más de 8.000 toneladas del año pasado por estas fechas a más de 25.000 en la presente temporada) y de hecho el sector, de la mano de la Generalitat, estudia instalar en esta ciudad una base logística desde la que focalizar su expansión por la zona. Rusia podría convertirse al finalizar esta campaña en el segundo mercado citrícola no europeo con mayores ventas tras EEUU.
El aumento exponencial de la presencia de plagas exóticas en España como consecuencia del comercio internacional ha obligado a introducir 65 organismos vivos, que han actuado como enemigos naturales, en los últimos cien años. De este modo, la lucha biológica, que hasta el momento era un complemento puntual al control químico, se ha convertido en una estrategia predominante para combatir las plagas debido a los efectos perjudiciales para la salud que conllevan los insecticidas y al aumento de la sensibilización por la conservación del medio ambiente.
La Asociación Valenciana de Agricultores, AVA-ASAJA, ha criticado que las medidas adoptadas por el gobierno central en el Real Decreto 11/2008 para reparar los daños causados por las lluvias que azotaron la Comunidad Valenciana entre los días 11 y 19 del pasado mes de octubre no sólo llegan tarde sino que son insuficientes. La organización agraria denuncia que la mayoría de medidas previstas por el Ministerio de la Presidencia tienen por objeto la reparación de infraestructuras públicas, de la red viaria y los dominios públicos hidráulico o marítimo-terrestre, mientras que se han desatendido los daños en las explotaciones agrícolas.
Según un informe del Instituto Agroforestal Mediterráneo de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), en las últimas cuatro décadas se han introducido en España 15 plagas citrícolas. Sin embargo ha sido en la última, coincidiendo con el mayor desarrollo de las importaciones citrícolas del cono sur, cuando se detectaron hasta siete de ellas. Si entre 1968 y 1998 una nueva plaga foránea tardaba en localizarse 3,3 años, durante el último decenio esta media ha quedado reducida a 1,2 años (15 meses).
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) y la Junta Central de Usuarios del río Turia coinciden en exigir al Gobierno central la ejecución de una red nacional de autopistas del agua para llevar caudal hídrico de donde sobra a donde falta. Ésta es una de las reivindicaciones conjuntas que se acordaron en la primera reunión que mantienen AVA-ASAJA y la Junta Central de Usuarios del río Turia, celebrada el pasado miércoles en la sede de la organización agraria.
AVA-ASAJA denuncia cómo, en plena campaña local, las importaciones masivas del hemisferio sur han reventado el mercado de naranjas. Según los datos oficiales del Ministerio de Industria y Comercio, las compras españolas de cítricos del extranjero se dispararon el pasado mes de octubre un 46% hasta totalizar entradas por los puertos españoles de 48.387 toneladas. En ese mismo mes y a consecuencia de esta acción a nivel europeo, las exportaciones de naranjas valencianas cayeron un 42% y sólo lograron sumar 26.403 toneladas.
AVA-ASAJA pide reflexión a la Conselleria de Medio Ambiente para evitar que un numeroso grupo de arroceros valencianos que cultivan dentro del Parque Natural de La Albufera sean discriminados, como sucede hasta el momento, en las ayudas que destina para compensar los daños que provoca la avifauna en los arrozales. El 25% de las denuncias presentadas por arroceros afectados por la avifauna del Parque Natural de La Albufera y cuyas parcelas ampara la normativa, han sido desestimadas, aproximadamente unos 35 denunciantes.
AVA-ASAJA reclama a la CE que comience a aplicar las medidas antidumping que ahora estudia contra la industria de gajos de China. Tras vencer el 8 de noviembre la cláusula de salvaguardia que venía protegiendo la producción de satsuma en conserva valenciana, los productores asiáticos han vuelto a irrumpir en el mercado europeo con precios medios inasumibles gracias a sus ínfimos costes salariales y a una política monetaria favorable que sitúa al yuan alineado con el dólar pese a que éste esté devaluado entre un 30 y un 40%.