AVA-ASAJA critica por “irresponsables” las valoraciones hechas por la comisaria de Agricultura, Mariann Fischer, quien minimizó los efectos que tendría sobre la producción española una posible libertad de acceso a la UE de las naranjas de Marruecos.
Las declaraciones que Fischer hizo en la Eurocámara se producen en pleno proceso de negociación con Marruecos para la revisión del Acuerdo de Asociación con la UE, cuando además aún queda pendiente cerrarse el polémico Estatuto Avanzado de integración y meses después de que se pactase un segundo tratado comercial con Egipto, en el que también se han eliminado las trabas para exportar naranjas al mercado de los 27.
“Fischer no ha podido ser más inoportuna, porque ha servido en bandeja a Marruecos una reivindicación que, además, encaja perfectamente con el Plan Verde con el que este país pretende modernizar su sector hortofrutícola para invadir el mercado europeo con género barato y de peor calidad”, advierte el líder de esta organización, Cristóbal Aguado. Fischer, en su intervención ante el hemiciclo, arguyó que durante el periodo de vigencia del actual plan, las cotizaciones de las naranjas marroquíes en Europa habían evolucionado al alza superando el precio mínimo de entrada marcado por la UE y situándose en el entorno del producto español.
“Las exportaciones y la producción marroquí están disminuyendo y perdiendo competitividad con respecto a la de la UE”, dijo la comisaria. AVA-ASAJA matiza a este respecto que, pese a todo, la irrupción de las naranjas marroquíes es usada por la gran distribución europea para presionar los precios a la baja. De otro lado, la organización agraria destaca que si la producción del reino aluita no crece ni ocupa mayores cuotas de mercado en la UE es –entre otros motivos- porque las bajas cotizaciones europeas invitan a colocar sus naranjas, bien en su mercado doméstico bien en países terceros, como Rusia.
En toda la cuenca del Mediterráneo, la naranja es, de hecho y con más de 6,6 millones de toneladas por las no llega a 5 millones que existían en 1985, el cultivo cítrico que mayor incremento en la producción ha experimentado. Por otra parte, los precios de entrada que usa la CE para venir a justificar una mayor apertura hacia Marruecos, son fácilmente manipulables y están mal ajustados puesto que están referenciados a las cotizaciones de los mercados mayoristas cuando son las plataformas de la gran distribución las que marcan la pauta.
“Si ahora además la CE desmantela el sistema de entrada actual que contenía mínimamente las importaciones estará alimentando la competencia desleal que Marruecos o Egipto ya practica y a medio plazo ganará cuota a costa del sector español y de los consumidores, que tendrán un producto de peor calidad y sin la debida seguridad alimentaria”, denuncia Aguado quien insta a la CE a mejorar los controles a las importaciones “antes de abrirles las puertas de Europa”.
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) reconoce el esfuerzo llevado a cabo en tiempo récord por parte de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación en colaboración con las organizaciones productoras agrícolas para poner en marcha desde la semana pasada la campaña de vacunación contra la enfermedad de la “Lengua azul”.
Ante la demanda del sector ganadero, preocupado por mantener el elevado nivel sanitario de nuestra cabaña, la administración autonómica tiene previsto vacunar antes del 31 de diciembre a 383.654 cabezas de ganado ovino distribuidas en 1.481 explotaciones y a 48.355 bovinos que pertenecen a 604 explotaciones. En total, el número de vacunas serotipo 1 ovino es de 125.000 y la misma cantidad para el serotipo 8. En cuanto a las vacunas para la cabaña bovina 1, la cifra asciende a 15.000 para cada uno de los dos tipos.
“La Conselleria ha habilitado hasta seis puntos de recogida de la vacuna en la Comunitat Valenciana por parte de los veterinarios de las Asociaciones de Defensa Sanitaria. Y lo mejor de todo es que esta campaña no supone coste alguno para el ganadero”, afirma el presidente de la organización agraria, Cristóbal Aguado.
La dirección general de Producción Agraria afirma que no se ha detectado ningún caso de “Lengua azul” en nuestra región pero la puesta en marcha de medidas preventivas -como este adelanto a la Orden Ministerial que se publicará la próxima semana- ayudarán a mantener la calidad de nuestra cabaña ganadera. Se da la circunstancia de que durante el último mes han aparecido focos de la enfermedad en Cataluña, País Vasco, Asturias y Extremadura.
Los productores de caqui están preocupados por la caída prematura de hojas y frutos que está mermando la cosecha en la zona productora de La Ribera. La Sectorial de Caqui de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) revela que la superficie afectada supera las 1.700 hanegadas (150 hectáreas) y se han perdido ya 3.400.000 kg de caqui. El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, traslada “la enorme inquietud de numerosos asociados porque a día de hoy tanto ellos como esta organización agraria están absolutamente desinformados de lo que está pasando”.
Según fuentes del sector, parece ser que el agente causante de la actual caída es un hongo o una combinación de hongos. De igual modo, Aguado critica “a quien corresponda por no haber comunicado al sector las posibles formas de combatir la enfermedad”, sobre todo cuando se da el caso que el año pasado ya hubo un pequeño foco en L’Alcúdia, un foco que esta temporada no cesa de crecer y se ha extendido a toda la comarca.
El presidente de AVA-ASAJA concluye que “mantener a los productores en la incertidumbre que se está generando es señal de ineficacia, incompetencia y de no asumir su responsabilidad”.
Si se cumplen los pronósticos y se registran lluvias en los próximos días, es posible que la caída de hojas y caquis se agrave en La Ribera, superando incluso la superficie afectada hasta el momento. La producción de la presente campaña será similar a la pasada o quizá un poco menor, situándose en las 45.000 toneladas.
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) exige al Ministerio de Hacienda más avances fiscales en las negociaciones que está manteniendo con ASAJA en respuesta a las reivindicaciones planteadas en las últimas movilizaciones de los agricultores del mes de junio. El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, asegura que “el Gobierno ha empezado a entender la dramática situación que viven los productores, con una escalada brutal de los costes, aunque las medidas aceptadas son aún manifiestamente insuficientes”.
Hacienda se ha comprometido a publicar en febrero una orden que fijará la devolución del Impuesto Especial de Hidrocarburos (0,078 euros/litro) de una forma permanente y regulada, utilizando el mismo sistema que se aplicó temporalmente desde octubre de 2006 hasta septiembre de 2007. Igualmente, la orden fijará la devolución del Impuesto Especial de Hidrocarburos desde el 1 de octubre de 2007 hasta el 31 de diciembre de 2008.
Sin embargo, el Gobierno se niega a rebajar el IVA del gasóleo del 16 al 7%, aduciendo que existe un acuerdo de todos los países de la UE de “no tocar” los impuestos de la energía, porque según ellos, esto incrementaría el consumo. En lo relativo al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, Hacienda propone aplicar para aquellos agricultores y ganaderos acogidos al sistema de módulos y durante los años 2008 y 2009, las deducciones que se aplicaron en 2006 y que no se aplicaron en el año 2007: 1.- reducción del 15% en el rendimiento neto previo de la factura de fertilizantes o plásticos. 2.- reducción en el rendimiento neto previo del 35% de la factura del gasóleo. 3.- reducción del 2% del rendimiento neto. Para 2008, y con carácter excepcional, los agricultores que en años anteriores estuvieran en este sistema se les aplicará un 3%.
La organización agraria considera que es necesario incrementar la reducción del 15 al 30% en la factura de los fertilizantes y que sea compatible con la deducción en la factura de los plásticos. Respecto a la estimación directa simplificada, se incrementa del 5 al 10% la deducción de gastos de difícil justificación, cuando ASAJA solicita elevarlo al 15%.
En el capítulo de índices de rendimiento de las producciones del régimen de Estimación Objetiva por módulos, Hacienda publicará una orden antes del 1 de diciembre con los nuevos índices para 2009 y se recogerán cambios que afectarán también a ciertas producciones del año 2008. Es el caso de las hortalizas y el tomate que bajarán del 0,37 al 0,26; la remolacha del 0,32 al 0,13; el vacuno del carne, del 0,26 al 0,13 y el porcino de carne del 0,13 al 0, (en este último caso, solamente para el año 2008). Hasta el 1 de diciembre existen posibilidades de reducir otros módulos en otras producciones: uva de mesa, vacuno de leche, vacuno de cría, frutos secos, algodón, ovino y caprino de leche y de carne, frutales y apicultura.
Casi un centenar de agricultores han participado en la IX jornada de Jóvenes Agricultores organizada por AVA-ASAJA sobre ‘La situación actual y futuro del cultivo hortícola en la Comunidad’. El presidente de esta organización, Cristóbal Aguado, ha aprovechado la ocasión para defender las posibilidades de los avances tecnológicos en materia vegetal, especialmente de los transgénicos, para aplicarlos a la horticultura valenciana como “respuesta ante las crecientes restricciones impuestas por la UE en el uso de los fitosanitarios y a la necesidad de mantener o incluso aumentar la producción”.
Aguado ha descrito un panorama marcado por la crisis alimentaria, la caída de la población agraria, el incremento demográfico mundial y la tendencia irrefrenable impuesta por Bruselas dirigida a eliminar materias activas válidas en la lucha contra muchas plagas. “En 15 ó 20 años habrán 3.000 millones más de personas en este planeta por lo que, con menos tierras estamos obligados a producir más y a hacerlo protegiendo nuestras verduras de los insectos o enfermedades sin muchos de los fitosanitarios que antes disponíamos. Por ello, no podemos dar la espalda a los transgénicos, que también son fruto de mutaciones genéticas como las variedades que ahora tenemos, aunque obtenidas de forma no natural, sino forzada”, advierte Aguado quien cloncluye que “sólo necesitamos que estén bien testadas para poder recurrir a ellas”.
De igual manera, Aguado ha aprovechado para anunciar el inicio de contactos con la Conselleria de Medio Ambiente para que, antes de aplicar el Plan de Protección de la Huerta de Valencia, se priorice la aprobación de un pacto que garantice la viabilidad de las explotaciones agrarias que dan sentido al paisaje que ahora se quiere proteger.
“No nos negamos a que la huerta se preserve, pero su protagonista es el agricultor y antes que mirar por la defensa de la estética de este entorno hay que asegurarse que el horticultor puede vivir de sus tierras”, advierte el presidente de AVA-ASAJA. La jornada celebrada en el centro experimental de la Fundación Ruralcaja en Paiporta ha permitido conocer, en boca de su director, Carlos Baixauli, las últimas novedades en hortícolas, sistemas de riego y fertirrigación así como producción en invernadero en las que trabaja este centro. Alberto Urbaneja, del IVIA, ha ilustrado a los asistentes sobre los sistemas de lucha biológica contra las plagas, un método que va a más por las mencionadas limitaciones en el recurso a los tratamientos químicos y por las propias exigencias de la gran distribución.
Especialmente interesante ha resultado la ponencia de Jaime Cebolla, del departamento de Biotecnología de la Escuela de Ingenieros Agrónomos de la UPV, quien ha expuesto el proyecto que vienen desarrollando para habilitar un banco de germoplasma con variedades hortícolas tradicionales que ahora han caído en desuso. El banco ya dispone de 7.000 referencias hortícolas que podrían recuperarse y el investigador ha instado a los horticultores valencianos a que colaboren con el proyecto aportando nuevos materiales.
Según el último informe oficial de Comercio Exterior, los precios por kilo de cítricos exportados aumentaron de septiembre del año pasado a julio del presente un 21% con respecto al mismo periodo del año anterior. A juicio de AVA-ASAJA, los datos correspondientes a la pasada temporada citrícola evidencian que fue el histórico descenso de la producción, de más del 25% en la Comunitat, el que sirvió para regular la campaña y permitió con ello mejorar las liquidaciones tanto del sector comercial como del sector productor. “Como cualquier empresa, antes de iniciar su gestión comercial, los representantes de todo el sector citrícola hemos de sentarnos para hablar, planificar y fijar prioridades, porque para esta temporada la naturaleza no podrá hacer nuestros deberes”, advierte el presidente de esta organización, Cristóbal Aguado.
Así, siempre según los datos de la Dirección Regional de Comercio del ministerio, a lo largo de la campaña 2007/08 se exportaron 3,13 millones de toneladas de cítricos, un 16% menos que en la 2006/07. Pese a que el volumen colocado en el extranjero fue menor, los operadores lograron facturar un 1% más hasta llegar a los 2.364 millones de toneladas. El cociente resultante de tales datos arroja un precio medio por kilo de 0,75 euros, por los 0,62 de la temporada pasada. “Si con menos se consiguió más, ahora que tenemos mayor producción hemos de asegurarnos que ello no signifique peores precios, ni para los citricultores, ni para el comercio”, explica Aguado quien añade que para conseguirlo es “necesario regular la calidad, asegurarse que sólo se venderá la fruta más comercial, analizar los consumos de los distintos mercados y relacionarlos con la producción disponible en cada momento…”
El disponer de casi un millón menos de toneladas permitió incluso que durante la temporada pasada no se produjera el tradicional cuello de botella en la exportación a Europa que suele hundir las cotizaciones en noviembre y diciembre. Durante ésa crítica fase, según el citado informe, se colocaron muchas más clementinas y naranjas navelinas que en la temporada anterior e incluso en tales circunstancias los precios en destino no se resintieron y aumentaron en tales meses un 15 y un 18%, respectivamente.
“Si ahora que tenemos mayor producción la logramos regular en origen, no sólo estaremos mejorando la calidad de nuestro producto y con ello incentivando su consumo, sino que además daremos armas a nuestros operadores comerciales para que defiendan mejor el precio ante la gran distribución”, explica el líder de AVA-ASAJA. “Actuar de esta manera –continua Aguado- y hacerlo a través de acuerdos en el seno de Intercitrus sería lo maduro y serio, propio de la citricultura del siglo XXI. Esperar a verlas venir y no aprovechar esta cosecha para incrementar mercados y mejorar la imagen de nuestro producto sería ganarnos un nuevo fracaso”.
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) denuncia que aún quedan cinco mil millones de litros de agua (5hm3) procedentes de las lluvias torrenciales de esta semana estancados en los campos de arroz del término municipal de Cullera. Alrededor de 1.400 hectáreas de cultivo de arroz están pendientes de segar, por lo que muchos agricultores ven peligrar sus cosechas al alcanzar el agua la altura de la espiga. También, la campaña de cítricos se verá dañada al permanecer los campos dos días consecutivos inundados.
“Es preocupante que el agua embalsada permanezca demasiado tiempo en los campos de arroz porque este año las labores de la siega se han retrasado y todavía queda mucho arroz por recoger”, afirma Cristóbal Aguado, presidente de la organización agraria. “Tras la tromba de agua de esta semana, añade, la tierra está harta de tanta lluvia y lo peor es que las previsiones meteorológicas para este fin de semana apuntan más precipitaciones en la zona”.
Según los datos del Sindicato de Riegos que está trabajando sin descanso, los motores de la margen izquierda del río Júcar están evacuando 32.500 metros cúbicos a la hora desde el pasado martes. Además, no se ha podido calcular la cantidad de agua que permanece en los campos de la margen derecha del río, aunque se prevé que la cifra sea superior a la de la izquierda.
Se da la circunstancia de que cuando llueve de manera intensa en la comarca de la Ribera Baixa, Cullera recibe el agua que procede de las montañas de Corbera y va toda a parar a los arrozales, para después acabar en el mar, pero en esta época del año, la paja del arroz está actuando de tapón, impidiendo que el nivel del agua descienda de manera más rápida.
Las lluvias torrenciales han causado un daño añadido en los campos de arroz del Parque Natural de La Albufera. Con la repentina subida del nivel del agua -que en muchas parcelas alcanza las espigas- los patos y otras especies acuáticas que habitan en el lago se han desplazado a arrozales situados a varios kilómetros de distancia y que aún están por recolectar, y están comiéndose buena parte de las producciones. En principio, estas parcelas debían estar secas, por lo que la fauna acuática no se interesa por buscar comida allí.
Ante la gravedad de este nuevo perjuicio para los arroceros, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) exige a la Conselleria de Medio Ambiente que incluya las valoraciones de los daños que puedan cometer las aves acuáticas durante estos días al paquete de ayudas que el departamento de José Ramón García Antón establece cada año para compensar los daños que la avifauna del Parque Natural causa sobre las producciones.
“En lugar de abandonar a los agricultores afectados a su suerte, Medio Ambiente debería cumplir con su responsabilidad y, en caso de que haya daños, indemnizar a los propietarios de explotaciones afectadas por las aves”, advierte Cristóbal Aguado, presidente de AVA-ASAJA. “Si no pagamos los perjuicios entre todos, y sigue siendo el agricultor el que lo paga de su bolsillo, la sociedad perderá unos aliados imprescindibles para mantener un paisaje verde y equilibrado”.
Hortalizas destrozadas
El temporal también ha destrozado las hortalizas cultivadas en Sueca y alrededores. Alcachofas, acelgas, coles, espinacas, perejil o nabos se han echado a perder en diferentes períodos del cultivo por exceso de agua lo que puede causar la proliferación de hongos como ‘Rizoctonia’ o ‘Botrytis’ y defoliación masiva.
Exenciones fiscales
Por otra parte, Aguado exige al delegado del Gobierno, Ricardo Peralta, medidas fiscales que compensen las pérdidas millonarias causadas a los arroceros: la aplicación de la exención del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) Rústica, la supresión de los índices de los módulos del IRPF en todos los municipios afectados, así como la condonación de las cuotas de la Seguridad Social a los agricultores.
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) reclama a la Administración una valoración más objetiva de los daños ocasionados por las lluvias torrenciales en el arroz y los cítricos de la Ribera Baixa. Ante la gravedad de la situación, la organización agraria exige al Delegado del Gobierno, Ricardo Peralta, que esta mañana ha visitado la zona castigada, medidas fiscales que compensen las pérdidas millonarias causadas a los agricultores.
En este sentido, AVA-ASAJA reclama la aplicación de la exención del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) Rústica, la supresión de los índices de los módulos del IRPF en todos los municipios afectados, así como la condonación de las cuotas de la Seguridad Social a los agricultores.
“Pese al correcto funcionamiento general del sistema de bombeo y de acequias de los arrozales, que está consiguiendo reconducir buena parte de las lluvias hacia el mar, el nivel del agua sigue aún a mitad de la tarde de hoy por encima de las espigas del cereal”, explica el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado.
Esta era la situación que se daba en muchas parcelas situadas en el norte del término de Sueca y entre éste y Cullera, donde el agua desviada desde las escorrentías a los campos de cítricos situados a mayor altura sigue su cauce natural hacia los arrozales, lo que está agravando el problema. La organización agraria se ratifica en los términos del comunicado anterior sobre los daños ocasionados en 3.000 hectáreas de arrozales, pero matiza que hasta que los campos evacuen toda el agua, será imposible evaluar las pérdidas. Será en ese momento cuando se retomen las labores de siega ahora interrumpidas y se observe el estado en el que ha quedado el cereal.
“Pero a la merma en la cosecha habrá que añadir entonces los daños que se aprecien cuando las segadoras pasen por los humedecidos caminos rurales y márgenes de los campos, muchos de los cuales si no han sido destrozados ya, se verán dañados por la maquinaria”, añade Aguado. La persistencia y la intensidad de las precipitaciones amenaza, por otra parte, con invertir el efecto positivo que el agua causó sobre los cítricos de la zona.
Si en un primer momento las lluvias fueron bien recibidas por los citricultores porque servirían para mejorar el calibre de algunas variedades de clementinas y naranjas aún inmaduras, ahora muchos de estos campos permanecen anegados, por lo que en breve podrían producirse problemas de hongos y de asfixia radicular. AVA-ASAJA recomienda a los agricultores que realicen los tratamientos fungicidas necesarios y solicita a la Conselleria de Agricultura que, al menos, reparta gratuitamente los productos pertinentes para acometer los tratamientos cuanto antes.
Valoración del Aforo citrícola
A partir de los datos del aforo citrícola de la Comunitat Valenciana dados a conocer hoy, AVA-ASAJA destaca que “se recupera la normalidad ya que la producción citrícola se sitúa en la media de los últimos años”. Sin embargo, se aprecia un déficit de clementinas: “El aumento del tonelaje de mandarinas se atenuará por el bajo calibre obtenido en esta campaña, por lo que –en líneas generales- la fruta que se podrá comercializar está muy ajustada a la demanda y el incremento global de la cosecha no tiene por qué presionar a la baja a los precios”.
De cualquier manera, para hacer una valoración más completa sería necesario esperarse a conocer los datos del aforo andaluz. Por su parte, la previsión dada a conocer por Murcia confirma la tendencia a la baja que se dará en la producción de clementinas, que en esta autonomía registra un descenso del 12% respecto a la temporada pasada.
El presidente de AVA-ASAJA reitera que “el sector citrícola debe ser consciente de la necesidad de conseguir poner en el mercado la máxima calidad con precios justos que permitan dar beneficios a todos los escalones de la cadena, incluido el citricultor”. En este sentido, reclama la colaboración de los operadores comerciales, tanto las cooperativas como el comercio privado.