Valencia, 15 de mayo de 2024. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) revela, a partir de datos oficiales del Ministerio de Agricultura, que el minifundio sitúa a la valenciana como la comunidad autónoma de España que tiene el menor importe medio de ayudas directas, incluidas en el régimen de pago básico, de la Política Agrícola Común (PAC). Los 46.195 beneficiarios de la Comunitat Valenciana percibieron en 2022 una ayuda media de 1.301 euros, casi cuatro veces menos que la media nacional (4.405 euros) y hasta seis veces menos que la media de otras regiones como Castilla y León (8.008 euros).
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, advierte de que “las ayudas PAC son prácticamente testimoniales para la agricultura valenciana y, a causa de nuestro minifundio, no suplen de ninguna manera el complemento de renta que representa en otras regiones. Además, las ayudas dejan fuera a más de la mitad de los productores y más de la mitad de la superficie agraria autonómica, en sectores tan importantes como las hortalizas, los frutales y la viña”.
Al respecto, AVA-ASAJA exige reducir la burocracia para los pequeños agricultores, acabar con la competencia desleal de países terceros e impulsar un plan de viabilidad que permita acometer explotaciones más grandes y unidas.
En cuanto al tema de la burocracia, Aguado asegura que “sólo un estatuto especial de pequeños agricultores podría ralentizar la crisis que se avecina. Con las cargas burocráticas que hay impuestas y la edad avanzada de la población agraria en la Comunitat Valenciana (64,5 años de media), muchos agricultores preferirán arrojar la toalla de una vez y acelerarán el abandono de tierras, con el consiguiente deterioro ambiental y el riesgo de incendios”.
La organización agraria valora de manera positiva la medida que acaban de aprobar las instituciones europeas para eximir de controles y sanciones relacionadas con los requisitos medioambientales a las fincas menores de diez hectáreas, pero reitera al ministro de agricultura, Luis Planas, que apruebe, tal como planteó en sus primeras propuestas de febrero a las organizaciones agrarias, el régimen simplificado de la PAC para que los agricultores que reciben menos de 5.000 euros de ayudas directas al año queden exentos de todos los controles, tanto en condicionalidad, monitorización y fotografías georreferenciadas, como en el cuaderno de explotación digital y otras cargas burocráticas.
El dirigente agrario también alerta de que “la PAC ha ido desmantelando medidas de mercado mientras Bruselas ha firmado acuerdos comerciales con países terceros que ponen a la agricultura mediterránea en una situación de no retorno. Si no se acaba con la falta de reciprocidad y la competencia desleal, las importaciones seguirán ganando cuota de mercado, pondrán en peligro la autosuficiencia alimentaria europea y aumentarán la contaminación global”.
Asimismo, con el objeto de dejar atrás la estructura minifundista y la excesiva parcelación de las explotaciones valencianas, la asociación presidida por Cristóbal Aguado pide “un plan de viabilidad para lograr explotaciones más grandes y más unidas que traerían una gestión más profesionalizada y un proyecto de futuro más sostenible económicamente. Cualquier iniciativa que comporte sumar parcelas, pero no conectadas entre sí, seguirá siendo un hándicap para la viabilidad agraria”.
Derechos definitivos consolidados en la PAC 2022:
Comunidad |
Nº beneficiarios |
Importe total |
Importe medio |
Castilla y León |
62.701 |
502.170.318 |
8.008 |
Aragón |
37.176 |
258.217.055 |
6.945 |
Extremadura |
45.530 |
291.275.519 |
6.397 |
Castilla-La Mancha |
97.745 |
390.582.793 |
3.995 |
Andalucía |
222.666 |
853.068.719 |
3.831 |
Cataluña |
40.269 |
149.918.338 |
3.722 |
Murcia |
10.516 |
28.608.148 |
2.720 |
C. Valenciana |
46.195 |
60.100.469 |
1.301 |
España |
631.865 |
2.783.512.002 |
4.405 |
Fuente: Ministerio de Agricultura
Valencia, 15 de mayo de 2024. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) revela, a partir de datos oficiales del Ministerio de Agricultura, que el minifundio sitúa a la valenciana como la comunidad autónoma de España que tiene el menor importe medio de ayudas directas, incluidas en el régimen de pago básico, de la Política Agrícola Común (PAC). Los 46.195 beneficiarios de la Comunitat Valenciana percibieron en 2022 una ayuda media de 1.301 euros, casi cuatro veces menos que la media nacional (4.405 euros) y hasta seis veces menos que la media de otras regiones como Castilla y León (8.008 euros).
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, advierte de que “las ayudas PAC son prácticamente testimoniales para la agricultura valenciana y, a causa de nuestro minifundio, no suplen de ninguna manera el complemento de renta que representa en otras regiones. Además, las ayudas dejan fuera a más de la mitad de los productores y más de la mitad de la superficie agraria autonómica, en sectores tan importantes como las hortalizas, los frutales y la viña”.
Al respecto, AVA-ASAJA exige reducir la burocracia para los pequeños agricultores, acabar con la competencia desleal de países terceros e impulsar un plan de viabilidad que permita acometer explotaciones más grandes y unidas.
En cuanto al tema de la burocracia, Aguado asegura que “sólo un estatuto especial de pequeños agricultores podría ralentizar la crisis que se avecina. Con las cargas burocráticas que hay impuestas y la edad avanzada de la población agraria en la Comunitat Valenciana (64,5 años de media), muchos agricultores preferirán arrojar la toalla de una vez y acelerarán el abandono de tierras, con el consiguiente deterioro ambiental y el riesgo de incendios”.
La organización agraria valora de manera positiva la medida que acaban de aprobar las instituciones europeas para eximir de controles y sanciones relacionadas con los requisitos medioambientales a las fincas menores de diez hectáreas, pero reitera al ministro de agricultura, Luis Planas, que apruebe, tal como planteó en sus primeras propuestas de febrero a las organizaciones agrarias, el régimen simplificado de la PAC para que los agricultores que reciben menos de 5.000 euros de ayudas directas al año queden exentos de todos los controles, tanto en condicionalidad, monitorización y fotografías georreferenciadas, como en el cuaderno de explotación digital y otras cargas burocráticas.
El dirigente agrario también alerta de que “la PAC ha ido desmantelando medidas de mercado mientras Bruselas ha firmado acuerdos comerciales con países terceros que ponen a la agricultura mediterránea en una situación de no retorno. Si no se acaba con la falta de reciprocidad y la competencia desleal, las importaciones seguirán ganando cuota de mercado, pondrán en peligro la autosuficiencia alimentaria europea y aumentarán la contaminación global”.
Asimismo, con el objeto de dejar atrás la estructura minifundista y la excesiva parcelación de las explotaciones valencianas, la asociación presidida por Cristóbal Aguado pide “un plan de viabilidad para lograr explotaciones más grandes y más unidas que traerían una gestión más profesionalizada y un proyecto de futuro más sostenible económicamente. Cualquier iniciativa que comporte sumar parcelas, pero no conectadas entre sí, seguirá siendo un hándicap para la viabilidad agraria”.
Derechos definitivos consolidados en la PAC 2022:
Comunidad |
Nº beneficiarios |
Importe total |
Importe medio |
Castilla y León |
62.701 |
502.170.318 |
8.008 |
Aragón |
37.176 |
258.217.055 |
6.945 |
Extremadura |
45.530 |
291.275.519 |
6.397 |
Castilla-La Mancha |
97.745 |
390.582.793 |
3.995 |
Andalucía |
222.666 |
853.068.719 |
3.831 |
Cataluña |
40.269 |
149.918.338 |
3.722 |
Murcia |
10.516 |
28.608.148 |
2.720 |
C. Valenciana |
46.195 |
60.100.469 |
1.301 |
España |
631.865 |
2.783.512.002 |
4.405 |
Fuente: Ministerio de Agricultura
Valencia, 13 de mayo de 2024. La sequía extrema que está padeciendo la Comunitat Valenciana causa pérdidas históricas que ponen en peligro la continuidad de cultivos y ganaderías. Además de los importantes descensos de cosechas que se prevén en cereales, uvas, almendras u olivos de secano, los agricultores de regadío afrontan sobrecostes en energía eléctrica para regar las explotaciones y en tratamientos para combatir las plagas y enfermedades, mientras que los ganaderos del interior hacen frente a gastos inasumibles para alimentar y dar de beber a los animales.
Por ello, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) reclama a las administraciones que establezcan ayudas directas a aquellos productores que van a ver mermados sus ingresos de manera drástica debido a la sequía, potencien la reutilización de aguas depuradas y pongan en marcha perforaciones de emergencia, así como canalizaciones a las explotaciones afectadas para, mediante riegos de apoyo, poder salvar los animales y las plantaciones y estabilizar una producción que garantice una rentabilidad digna.
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, ya ha trasladado su “enorme preocupación” a Carlos Mazón, president de la Generalitat Valenciana, y valora “el compromiso que me ha transmitido personalmente a la hora de analizar posibles actuaciones para aliviar las nefastas consecuencias de la sequía sobre la agricultura autonómica. Asimismo, Aguado ha reiterado a la Conselleria de Agricultura que “además de pedir apoyo al Gobierno central, asuma sus propias competencias y aporte las medidas necesarias para el sector agropecuario”.
Uva de moscatel de La Marina
Uno de los productos más emblemáticos y apreciados de la agricultura valenciana, la uva de moscatel de Alejandría cultivada en La Marina, vive el peor año de su historia. La sequía sin precedentes durante los doce últimos meses (127 litros por metro cuadrado según la estación meteorológica situada en Dénia-Gata, lo que apenas representa la sexta parte de las lluvias de los dos años anteriores) está dejando miles de cepas totalmente secas, hasta tal extremo que los agricultores prevén unas pérdidas cercanas al 100% de la próxima cosecha e, incluso, la muerte de las plantaciones más afectadas.
A estas alturas del año las viñas deberían tener unos brotes verdes que alcanzan los 70-80 centímetros y los agricultores deberían estar realizando las labores de desmonde o aclarado de chupones para dejar los principales en los que crecen los racimos. Sin embargo, buena parte de las cepas, sobre todo en las zonas altas, presentan brotes de unos pocos centímetros que, o son pasto de los conejos, o están tan débiles que no darán uvas.
El delegado de AVA-ASAJA en Teulada, José Buigues, explicó que “nunca antes en la vida habíamos visto un panorama tan desolador. Aquí hacíamos melones de secano y ahora, en cambio, después de un año entero extremadamente seco, muchas viñas no van a sobrevivir. Con poca agua, este cultivo sería rentable, pero cada semana que pasa sin llover complica el problema. Si los políticos no ponen soluciones, entre la sequía, la fauna salvaje y la presión urbanística aumentará el abandono de los bancales, con la pérdida de patrimonio y el riesgo de incendios que ello supone para la comarca”.
Aguado, quien visitó viñedos junto a agricultores de Teulada, afirmó que “sería una vergüenza que, por falta de infraestructuras hídricas, se perdiera la mejor uva de moscatel del mundo. Sin agua no hay vida y los pocos agricultores que quedan en la comarca deben disponer de suficiente agua para seguir cultivando un producto de calidad y seguir cuidando el territorio para frenar el desierto”.
Ganaderos y secano
Las comarcas del interior de Castellón y Valencia también se encuentran en una situación dramática. AVA-ASAJA constata que los cultivos de uvas (sobre todo en Utiel-Requena), de almendras y olivos están sufriendo problemas de producción a causa de la falta de lluvias. Siguen así los pasos de los cereales de secano, los cuales apenas han germinado y muchos de sus campos no se van ni siquiera a recolectar en comarcas como Los Serranos y Alto Palancia. Las restricciones de riego que se están implantando en la Comunitat Valenciana amenazan con reducir la cosecha igualmente en las parcelas de regadío.
La falta de agua y de pastos está multiplicando los costes de producción en el sector ganadero a niveles inasumibles. AVA-ASAJA, que ya alertó de que ganaderos de Els Ports están costeando camiones para trasladar agua a las explotaciones, reclama a las administraciones que afronten económicamente el gasto que suponen estas cisternas, tal como ya se ha realizado en montes públicos para dar de beber a la fauna salvaje.
Aguado solicita “un estudio de las necesidades hídricas de la Comunitat Valenciana con mayor profundidad y con los consensos más amplios posibles porque hay amplias zonas de alto valor agrario que están entrando en un punto de no retorno. Si dejamos que nuestros campos se mueran de sed, habrá más paro, más despoblamiento rural, más incendios y más desierto”.
Valencia, 13 de mayo de 2024. La Fundación Valenciana de Agricultura y Medio Ambiente (FUVAMA), entidad vinculada a la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), convoca la XXIV edición del Certamen de Pintura y Periodismo. Desde hoy hasta el 7 de junio permanecerá abierto el plazo de presentación de las obras pictóricas y de los trabajos periodísticos (radio, televisión, prensa escrita y digital).
Los premios de FUVAMA tienen la finalidad de dignificar la actividad agraria como contribuidora fundamental a la preservación del medioambiente. Los artistas, periodistas o cualquier persona interesada pueden dirigirse a la sede de AVA-ASAJA en Guillem de Castro, 79, en Valencia, para recoger las bases, las cuales también están publicadas en la página web www.avaasaja.org. La decisión del jurado, tanto para el concurso de periodismo como para el de pintura, se hará pública a mediados de junio.
Medios de comunicación
Pueden optar a los premios de periodismo todos los trabajos publicados en el ámbito nacional, entre el 1 de junio de 2023 y el 31 de mayo de 2024. Los artículos, reportajes o programas de radio o televisión pueden haber sido realizados en valenciano o castellano, y deben versar sobre agricultura y/o medio ambiente. En reconocimiento a una trayectoria puede presentarse el propio periodista, el medio de comunicación o por terceras personas. El galardón alcanza una dotación económica de 1.500 euros.
Pintura
Cada autor podrá presentar un máximo de dos obras, en técnica libre, sobre la agricultura y el medio ambiente. Las dimensiones mínimas de los cuadros deben ser de 65 x 50 cm y máximas de 116 x 89 cm. Tienen que ir enmarcados y sin firma. Además, se tiene que adjuntar una foto, a color, de la obra. De entre las obras presentadas, el jurado hará una selección que formará parte de una exposición que tendrá lugar en verano en la propia sede de AVA-ASAJA. Los premios establecidos son 1.500 euros para el primero y 1.000 euros para el segundo.
Artículo de opinión de Cristóbal Aguado Laza, presidente de AVA-ASAJA
Es cierto que, además de la psicosis creada, intencionadamente, con el miedo a las importaciones de Egipto, detrás del desplome de los precios citrícolas ha habido un descenso del consumo y, por tanto, de la demanda. Ya en enero pudimos comprobar que algunas variedades de mandarinas (como lo que quedaba de clemenules, la clemenvilla o la hernandina) tuvieron problemas de comercialización e, incluso, se quedaron campos enteros por recolectar. Entre los factores que influyeron, y no poco, en la crisis citrícola cabe destacar la extraordinaria ‘pinyolà’ de esta campaña.
Sin ninguna duda, la exagerada presencia de semillas o ‘pinyols’ en las clementinas nos ha hecho perder miles y miles de consumidores, sobre todo entre los más jóvenes, que si encuentran un ‘pinyol’ ya no quieren probar más y se pasan a otras frutas que no tienen semillas.
Las perspectivas de crecimiento de las variedades híbridas (las que provocan la polinización cruzada), especialmente de la variedad Nadorcott que en 2029 finaliza su periodo de protección y podrá plantarse sin control, amenazan con recrudecer el problema de la ‘pinyolà’, hasta tal extremo que podría acabar de hundir la imagen de prestigio de las clementinas valencianas y españolas.
Para cortar de raíz esta pérdida de consumidores y este desastre económico, AVA-ASAJA ha puesto encima de la mesa de la interprofesional Intercitrus un acuerdo global que incluye, entre otros asuntos inaplazables como la promoción, la actualización contractual y la gestión coordinada de la campaña, medidas contundentes para acabar con la ‘pinyolà’. Por el momento, nuestro ofrecimiento ha sido rechazado por el Comité de Gestión de Cítricos.
Paralelamente, AVA-ASAJA ha solicitado a la Conselleria de Agricultura, en consenso con LA UNIÓ y Cooperatives Agro-alimentàries, una serie de propuestas alineadas con la protección de las abejas que, de aplicarse, garantizarían a los citricultores frutas sin semillas y a los apicultores el asentamiento de colmenas, que ayudarían a la polinización de otros cultivos que necesitan de esta para conseguir una buena productividad: hortalizas, frutales de hueso, kiwis, aguacates, etc.
Después de dos años del Botànic y casi uno del actual Consell, únicamente hay elaborado un mapa agronómico de riesgo de polinización cruzada que, como se ha podido comprobar, no ha impedido una considerable ‘pinyolà’. Lo siguiente que pedimos a la Conselleria es la puesta en marcha de líneas de reconversión varietal citrícola para disminuir las variedades que provocan polinización cruzada y, en aquellos casos que los citricultores quieran mantener las plantaciones, un apoyo económico para cubrirlas con mallas. También habrá que reflexionar sobre el potencial polinizador de variedades futuras. En cuanto a los apicultores, proponemos ayudas para el censo obligatorio, la identificación fehaciente y el control vía GPS o chip de todos los asentamientos de colmenas.
Seguir siendo líderes del sector en fresco pasa por garantizar unos cítricos dulces, fáciles de pelar y sin semillas, que es lo que demandan los consumidores del siglo XXI. Si los legisladores no actúan de forma responsable y urgente, nuestro prestigio, que tanto nos ha costado ganar, se perderá rápidamente en favor de otras frutas. Es hora de pasar de las palabras a los hechos.
El Día de Europa de este año se celebra en un contexto especial, entre el final de una legislatura muy particular dominada por las crisis y el periodo de campaña electoral en el que entramos. Del 6 al 9 de junio, 400 millones de electores europeos decidirán sobre nuestro futuro común.
Este 9 de mayo es, por tanto, una oportunidad para hacer balance del mandato pasado y explicar por qué los próximos años serán tan fundamentales en Bruselas, sobre todo en materia agraria.
A través de nuestros respectivos mandatos en el seno del Copa y de la Cogeca, hemos tenido la oportunidad de observar, de cerca, el funcionamiento de las instituciones y la importancia de las decisiones que allí se toman a lo largo del mandato de Ursula von der Leyen en la Comisión Europea.
Las sucesivas crisis desde marzo de 2020 han obligado a los dirigentes europeos a revisar su planteamiento: El COVID, la guerra de Ucrania, el arma de la seguridad alimentaria blandida por Putin, la inflación y la repetición de fenómenos meteorológicos extremos han demostrado que nuestra agricultura es un sector a la vez esencial, estratégico y vulnerable. En cada ocasión, Europa ha demostrado estar en el nivel adecuado para actuar y ha sabido reaccionar con rapidez, ya sea a través del plan de la UE para la próxima generación, de su estrategia de independencia energética y seguridad alimentaria o, más recientemente, de sus propuestas de simplificación de la PAC. Estas diferentes estrategias, aprobadas por 27 Estados miembros, a veces en cuestión de semanas, han sido verdaderas proezas, que habrían sido imposibles de aplicar sin una buena coordinación entre nuestras instituciones de la UE.
Durante este mandato, lo más llamativo para nosotros ha sido el cambio de paradigma que se ha producido en materia agraria. Hemos pasado del enfoque dogmático y vertical " de la granja a la mesa" en las primeras fases del mandato, a un mayor diálogo y un planteamiento más estratégico de las cuestiones agrícolas en los últimos meses. Más allá del despliegue político, "de la granja a la mesa" mostró rápidamente los límites de una visión sin evaluación ni reflexión sobre la aplicación. Este método problemático fue reconocido en primer lugar por la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que decidió en septiembre de 2023 lanzar un "Diálogo estratégico para el futuro de la agricultura", actualmente en curso en Bruselas.
Sin embargo, seamos muy claros: muchos textos no se han concluido en el marco de este mandato, lo que deja una serie de preguntas sin respuesta, ya sea sobre los productos fitosanitarios o sobre el bienestar de los animales, sobre las que la próxima Comisión y el próximo Parlamento deberán pronunciarse. Este cambio de método deberá confirmarse en estas cuestiones después de las elecciones. Seguir con la ideología o la polarización estéril sería perder un tiempo precioso.
Junto al trabajo de la Comisión, hay que elogiar también la acción política de los diputados europeos. Cuando se trata de agricultura, han sido de los primeros en plantear las preocupaciones e interrogantes de la comunidad agraria y forestal, actuando como intermediarios y moderando muchas propuestas. Por eso es esencial que los partidos políticos y los votantes lleven al Parlamento a eurodiputados que trabajen en estos temas y conozcan personalmente los problemas a los que se enfrentan la agricultura y las zonas rurales europeas. Estamos convencidos de que esta cuestión de la brecha rural/urbana debe abordarse a escala europea.
Durante el próximo mandato y en el contexto geopolítico actual, tres sectores harán posible la soberanía europea: la energía, la defensa y la agricultura. Sin esta soberanía, la UE no podrá afirmarse plenamente en el mundo y seguirá dependiendo de otras potencias. Por ello, la agricultura, la silvicultura y el movimiento cooperativo deben volver a ocupar un lugar eminentemente estratégico en el centro de la reflexión europea.
La próxima legislatura tendrá que responder a un número creciente de retos, entre los que figuran la integración de Ucrania en la UE, la renovación de las generaciones agrarias, los desafíos del cambio climático y la biodiversidad, la salvaguardia de nuestro modelo agrario para garantizar nuestra seguridad alimentaria y la coherencia de nuestras políticas comerciales y de mercado interior. No se pueden dar respuestas simplistas a estas cuestiones, y sólo un planteamiento concertado, basado en escuchar más de cerca a los agricultores y demás agentes de la cadena alimentaria, nos permitirá avanzar.
Los agricultores se cuentan sin duda entre los europeos más conscientes de la importancia de la UE, no sólo por las ayudas que reciben para la renta, la inversión y la transición, sino también por las oportunidades comerciales que ofrecen el mercado único y las normas comunes elaboradas por la UE. La agricultura siempre ha desempeñado un papel vital en el corazón de nuestra Unión, porque la seguridad alimentaria es ante todo una garantía de paz y estabilidad.
Ante la decepción de los británicos tras el Brexit y la esperanza de que nuevos países soliciten su adhesión a la UE, hoy estamos convencidos de que, por encima de todo, ¡necesitamos "más Europa"! Con el fin de proporcionar una fuerte legitimidad para la acción, y para garantizar que la voz de los agricultores y la población rural se escuche en el próximo Parlamento y en la Comisión, es esencial hoy, incluso más que ayer, que los agricultores europeos se involucren y voten.
¡Elijamos a los eurodiputados que confirmarán el cambio de rumbo y de paradigma agrícola en Bruselas!
Christiane Lambert, Presidenta del COPA
Lennart Nilsson, Presidente de la COGECA
Valencia, 8 de mayo de 2024. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) arremete contra el Gobierno español por denegar la autorización excepcional de la materia activa profoxydim, que se emplea como herbicida en el cultivo del arroz contra las malas hierbas Echinochloa y Leptochloa, a pesar de que esa misma sustancia sí ha sido autorizada esta campaña por los gobiernos de Italia y de Portugal.
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, considera “inaudito que nuestro Gobierno, con la ministra de Intransigencia Ecológica Teresa Ribera como enemiga número uno del campo español y con el ministro de Agricultura Luis Planas como vulgar cómplice de sus atropellos, siga empeñado en legislar por ideología pseudoecologista. Si dos países europeos como Italia y Portugal, con unas particularidades climáticas y agronómicas tan similares a las de España, han dado luz verde a la autorización excepcional de esta materia activa, nuestro Gobierno debería explicar por qué motivo no lo autoriza también. Una vez más su filosofía nos resta competitividad, lo que va a causar un encarecimiento de los costes de producción y, por tanto, del precio de nuestro arroz y un abandono de las explotaciones que, en este caso, pone en peligro la preservación de parques naturales de gran valor medioambiental como La Albufera y la Marjal de Pego-Oliva”.
El responsable de la sectorial del arroz, José Pascual Fortea, afirma que “las malas hierbas se han convertido en un problema extraordinario para los arroceros a medida que nuestros políticos han ido prohibiendo el uso de cada vez más materias fitosanitarias. En 2021 el Ministerio de Agricultura dio marcha atrás a la autorización excepcional de productos fitosanitarios a base de propanil, la materia más eficaz frente a las malas hierbas en el arroz, y ahora complica aún más la viabilidad del cultivo con la denegación del profoxydim. Esta decisión, ya por sí misma negativa, nos resulta especialmente indignante porque sí se sigue permitiendo no sólo en los países terceros, que siempre son una competencia desleal, sino también en los países vecinos de la Unión Europea que cumplen la misma legislación fitosanitaria que nosotros”.
A este respecto, el Gobierno francés acaba de anunciar que dejará de añadir prohibiciones de materias fitosanitarias a las que imponga la UE. Asimismo, Francia no aplicará nuevas prohibiciones a menos que se ofrezca una alternativa a los agricultores, es decir, un producto o una práctica que sea equivalente en términos de eficacia que el tratamiento que tenga que ser suprimido. “Parece que los políticos españoles quieren ser más papistas que el papa e ir más allá de lo que impone la normativa europea, el problema es que se están quedando solos en su error y lo pagaremos los españoles, tanto los productores como los consumidores”, concluye Aguado.
Valencia, 7 de mayo de 2024. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) apoya el documento reivindicativo ‘Agricultura: cuestión de Estado” que presentaron hoy las organizaciones profesionales agrarias ASAJA y COAG, junto a Cooperativas Agroalimentarias de España, para trasladar al Gobierno central sus soluciones concretas para el sector agrario.
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, afirmó que “las 43 propuestas que el ministro de agricultura Luis Planas puso encima de la mesa estaban por concretar y resultaban claramente insuficientes. ASAJA y COAG no las firmaron porque, además, no entraron a negociar otros ministerios con importantes competencias en el sector como sí ocurrió en Francia o la propia Unión Europea. Este documento consensuado entre las organizaciones y cooperativas que Planas ha dejado fuera de las negociaciones por no firmar sí contempla las medidas que necesitan los agricultores y ganaderos”. El dirigente valenciano destacó entre las exigencias “menos burocracia, menos exigencias, una investigación de la cadena alimentaria y de las importaciones de países terceros para garantizar precios dignos a los productores y empezar a definir la futura Política Agrícola Común (PAC) a partir de 2027”.
El informe conjunto establece como prioridades la simplificación real de la PAC y la eliminación de burocracia, el cumplimiento estricto de los acuerdos comerciales y la introducción de las cláusulas espejo, una Ley de la Cadena Alimentaria que vele por la rentabilidad de las explotaciones agrarias, una política hidráulica con inversiones en infraestructuras, el reconocimiento de la importancia de la ganadería extensiva e intensiva, la adaptación de la Reforma Laboral a las necesidades del campo, medidas de apoyo reales al relevo generacional, la puesta a disposición de líneas de financiación bonificadas para los sectores y territorios más afectados por la sequía, un mayor presupuesto a los seguros agrarios, adaptar los compromisos y la agenda del Pacto Verde a la realidad económica y social del sector productor y suprimir la ley de la restauración de la naturaleza.
Durante la presentación del documento, el presidente de ASAJA, Pedro Barato, declaró que “bienvenidas sean las flexibilizaciones de la PAC, las cuales nos decían que eran imposibles, pero aún son pocas y algunas únicamente para este año. La PAC del futuro debe sufrir un cambio radical, con menos restricciones, menos prohibiciones y unas políticas medioambientales y comerciales que no pongan en cuestión la labor esencial de los agricultores y ganaderos”.
Barato subrayó que “la ganadería es la gran ausente de las medidas de Planas. Basta ya de que las administraciones hagan la vida imposible a los ganaderos en materia de saneamiento, bienestar animal, etc. Si el foro que hay convocado la semana que viene no atiende nuestras demandas, retomaremos las movilizaciones”. El presidente de ASAJA también solicitó “un plan de choque con ayudas directas a todos los sectores, especialmente a los cerealistas que están padeciendo cotizaciones ruinosas a causa de la competencia desleal”.
Respecto a temas medioambientales, Barato lamentó que “mal vamos mientras no se contemple en primer lugar al agricultor, que es parte fundamental de la solución. Qué mala suerte hemos tenido con las personas que han dirigido el medioambiente, sobre todo con la ministra Teresa Ribera con la que no tenemos ninguna interlocución. Si Ribera, que va camino de ser la Comisaria de Medio Ambiente, mantiene el mismo desprecio hacia el sector agrario que hasta ahora, es para estar preocupados”. Entre los asuntos más criticados destacaron la fauna salvaje, que está causando importantes daños en la agricultura y la ganadería, y el agua, para lo que pide al Gobierno “una apuesta decidida por una política hídrica del siglo XXI, con infraestructuras, innovación y consenso”.
Valencia, 2 de mayo de 2024. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) valora de manera muy positiva la campaña publicitaria “Los mercados, más vivos que nunca” que acaba de poner en marcha la Federación de Mercados Municipales de Abastos de la Comunitat Valenciana, Confemercats, por “emplear la imagen de frutas atractivas, dinámicas y en clave positiva que contrarrestan los desafortunados anuncios con frutas podridas que llevó a cabo Justicia Alimentaria con fondos del Gobierno central”.
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, defiende que “así se hacen las cosas, los anuncios pagados con fondos públicos no deben denigrar a nuestros productos, sino ensalzar las ventajas que ofrecen a los consumidores en calidad, frescura, seguridad alimentaria, salud y medioambiente. La propaganda de Justicia Alimentaria nos pareció de muy mal gusto y que lo apoyaran económicamente los ministerios de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 y de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación nos pareció aún peor. En cambio, esta publicidad de Confemercats es todo un acierto, ya que con un estilo moderno, simpático y adaptado a los nuevos tiempos atrae de manera efectiva a un amplio segmento de ciudadanos para consumir los productos de proximidad que cumplen los estándares más exigentes del mundo”.
La campaña publicitaria de Confemercats, que se suma a la promovida a nivel nacional y con el mismo lema por parte de la Confederación de Mercados Tradicionales de Abastos de España (METRAE), cuenta con el respaldo de la Concejalía de Comercio y Mercados de la ciudad de València, la Dirección General de Comercio y Consumo de la Generalitat Valenciana y de Confecomerç. Tanto en las marquesinas como en las redes sociales los anuncios estarán presentes este mes de mayo con la colaboración del Mercat de Russafa, Mercado de Colón, Mercat Central de València, Mercado de Mossen Sorell, Mercado de Algirós, Mercat del Cabanyal, Mercado de Castilla y Mercado de Benicalap.