Esta joven empresa agroambiental apuesta por una agricultura ecológica y de conservación del paisaje. Javier Sebastián destaca que “es probable que seamos el principal productor de tomate de secano, ya que se trabaja una gran extensión. Innovar hoy, para mí, es en muchas cosas mirar atrás. Cultivar con técnicas de antaño y hacerlo como empresa es muy complejo, porque hace falta saber hacerlo y además tiene muchísimos riesgos. Por eso nadie lo hace. Aún así, creo que voy en el camino correcto cultivando como lo hago. Este año, en plena sequía veraniega, mis tomateras han ahorrado unos 400.000 litros de agua. No solo trabajo tomate, también cereza o manzana en un entorno dominado por el almendro, el cereal, el olivo o la vid”.
Respecto a la comercialización, ‘Amigos del Paisaje’ realiza venta directa sin intermediarios. “Llevamos pequeñas cajitas de tomates a domicilios de Valencia y área metropolitana bajo la filosofía ‘del campo a tu casa en 24 horas’ cosechando la fruta en el punto óptimo. Nuestros clientes son muy especiales, muchos de ellos se convierten en amigos, personas muy comprometidas con el medioambiente que valoran la cercanía, la máxima calidad, el sabor de siempre y las prácticas sostenibles en armonía con la naturaleza”, sostiene Javier.
En esa misma línea, la iniciativa promueve como actividad complementaria la divulgación, la formación y el asesoramiento a personas que quieren acercarse al territorio, a través de visitas de campo, talleres y jornadas de agricultura, emprendimiento rural, ecología, etc. Javier, que lleva más de 12 años emprendiendo proyectos de paisaje y naturaleza, también ha escrito los libros ‘Alma Paisaje’ y ‘Emprender un pequeño negocio en el medio rural’.
‘Amigos del Paisaje’ nació en 2017 como plataforma on-line de divulgación y observación del paisaje en España. Durante sus primeros años inició actividades ecoturísticas y realizó pruebas en campo para estudiar cultivos alternativos a los ya existentes en su zona, adquiriendo unos terrenos agrícolas en estado de abandono en Aras de los Olmos, población de la familia de Javier. En 2020, tras plantar sus primeros árboles frutales, por la irrupción del Covid-19 tuvo que paralizar su actividad ecoturística, y esto le obligó a redefinir el proyecto con una dedicación plena hacia la agricultura y la divulgación agroambiental, por la que ahora es reconocido.