Aguado asegura que “la ministra, sabiendo cual es el precio que paga la industria de transformación de cítricos a los agricultores de Israel, 0,11 €/kg, y qué miseria se está pagando aquí, debe renunciar a un sistema de ayudas que impone pérdidas al agricultor y que además moralmente es indigno y humillante”.
Aguado no entiende que el mundo del cooperativismo español apoye la obligación de aportar un porcentaje de la producción a la transformación industrial de cítricos que “no le conviene a sus socios porque les hace perder dinero en precio y ayudas, poniéndoles a los pies de los caballos de la industria”.
Ante la nefasta reforma de la OCM de Frutas y Hortalizas que se avecina, AVA-ASAJA defiende el desacoplamiento total de las ayudas, sin obligaciones adicionales para los citricultores. “Espinosa debe preocuparse por ayudar a los agricultores, no a la industria”, concluye Aguado, “o que explique su postura porque el abastecimiento de la industria está asegurado con las cantidades de destrío, y todo lo demás parece obedecer a intereses o favoritismos ocultos”.