AVA-ASAJA advierte de que la subida de impuestos decidida por el Gobierno castigará las rentas de los agricultores valencianos por una triple vía. De un lado, el aumento del 16 al 18% del IVA general incrementará los costes de producción y menguará los márgenes de los agricultores. Del otro, el incremento de este impuesto indirecto retraerá aún más el consumo de frutas y hortalizas.
En última instancia, las nuevas cargas también anunciadas sobre las rentas del capital desincentivarán la compra-venta de tierras contribuyendo a acelerar aún más si cabe el hundimiento récord de los precios por hectárea del suelo agrícola experimentado en 2008 en la Comunitat. “La subida de impuestos no ayudará a salir de la crisis, hundirá más al campo y se cebará especialmente con los agricultores valencianos”, señala el presidente de esta organización, Cristóbal Aguado.
AVA-ASAJA valora, en contrapartida, que se haya decidido mantener el IVA ‘superreducido’ del 4% que se aplica a los productos del campo, pero señala el contraste con la política impulsada en Francia, donde se prepara una rebaja del 50% de este impuesto y se estudian reducciones en las cotizaciones de los jornaleros y profesionales del campo. “El Gobierno de Sarkozy sí está demostrando tener sensibilidad con la agricultura, ha reconocido que la crisis se está cebando con el eslabón más débil de la cadena, el productor y está tomando medidas. El Ejecutivo de Zapatero se está poniendo la venda en los ojos para así no ver el abandono masivo de campos que se está dando”, advierte Aguado.
La subida del IVA encarecerá los precios de los fitosanitarios, fertilizantes, piensos…con lo que los costes de producción volverán a subir. Pero, a diferencia de la industria, el agricultor no podrá repercutirlo en sus precios porque el comercio ofertará lo mismo y acabará aplicando la conocida fórmula de ‘con IVA incluido’. Al enclavarse, de cara al pago del IRPF, en el sistema de módulos y mantenerse el IVA ‘compensatorio’ actual (del 9% en la agricultura y en ganadería), la nueva subida de este impuesto conllevará otra merma en la renta del productor.
Con estas medidas, en la práctica, el agricultor pasará a tener el mismo trato fiscal que un consumidor normal. Por último, las nuevas cargas fiscales sobre el ‘ahorro’ suponen que las plusvalías por la venta de tierras pasarán a gravarse 3 puntos más (del 18 al 21%) cuando hace tan sólo tres años muchas de ellas estaban exentas. A juicio de AVA-ASAJA, tal cosa contribuirá a acelerar el proceso de despatrimonialización del agricultor, que ya en 2008 vio como sus tierras perdían un 11,8% de su valor, un 14,2% en el caso de los cítricos.