AVA-ASAJA estima que las lluvias han causado serios daños a la producción de 50.000 ha. de cítricos y caqui

Las fuertes lluvias registradas desde el do­min­go así como las sufridas en semanas pasadas han pa­sado de ser bien recibidas, por­que au­men­taban el calibre de las clementinas, a provocar serios daños en hasta 50.000 hectáreas (ha) de cítricos y caqui. La mayor parte de estos campos de agrios permanecen ane­­gados, lo que asegura problemas de ‘asfixia radicular’ en los así como ataques del hongo ‘phi­topho­ra’, que afecta al arbolado y a los frutos, produciendo podredumbre.

 

 

 En cuanto al caqui, las pre­­cipitaciones y la pre­vi­si­ble pró­xima subida de las temperaturas provocarán una nueva de­bacle productiva, con la caí­da masiva de más del 50% de la producción a causa del hongo ‘My­cosphaerella Hawai’. 

 

Si bien es pronto aún para hablar de tonelaje, las mayores pérdidas en la cosecha se da­rán en unas 30.000 ha. de La Ribera (cítricos, caqui y hortalizas), la principal co­mar­ca afec­­tada por el desbordamiento de barrancos y que tiene la mayor parte de sus cam­pos en­­char­cados con hasta dos palmos de altura. El resto de daños citrícolas se da en otras 20.000 ha de La Safor, La Costera, La Marina Alta, Camp de Morvedre y L’Horta. Cientos de miles de toneladas de sendos frutales podrían verse afectadas por el temporal.

 

El pre­si­dente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, lamenta, en este sentido, que “pese a que era previsible, se han vuelto a inundar muchas de las zonas que ya se vieron afectadas el año pasado e in­clu­so en 2007. Y los problemas se han repetido y agravado porque en muchas zo­nas no se lim­pian adecuadamente los ba­rrancos y cauces, especialmente los del Xúquer”. 

 

La gota fría también ha destrozado algunos campos de hortalizas y frutales en Camp de Túria y L’Horta. En el arroz sólo res­ta­ba por segar alrededor del 20%, pe­ro la fuerza de las aguas ha arras­trado sedimentos, col­mado ace­quias y desperdigado la paja que acababa de cortarse, lo que podría agravar los efectos de podrido allá donde ésta se acumule. La in­ten­­sidad de las lluvias ha hecho desbordarse las conducciones y barrancos que confluyen en La Albufera, que ha empezado a desbordarse esta misma mañana inundando el arroz aún no segado.

 

Las zonas con mayores pérdidas se dan en Silla, Sueca, Cata­rro­ja y Sollana  y la producción arrocera de unas 1.500 ha. podrían echarse a perder. En el caso de la vid, só­­lo res­­­ta­ba por vendimiar parte de las variedades más tard­ías, que también sufrirán ‘po­dre­dum­bre’. Con­viene recordar, en este sentido, que en al­gunas zonas puntuales de  la zona de Utiel-Requena ya sufrieron un intenso pedrisco el pasado 13 de septiembre.

 

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