AVA-ASAJA denuncia que el precio que perciben los productores de hortalizas valencianas de temporada se sitúa por debajo de los costes de producción y confección a pie de campo. A pesar de estar en el inicio de la campaña de recolección, el sector hortícola detecta un hundimiento de las cotizaciones en origen de las patatas, cebollas, tomates, pimientos, berenjenas, calabacines y pepinos autóctonos de la huerta debido a la crisis económica y la consecuente bajada del consumo en las fruterías de barrio, que son los comercios a los que accede la producción autóctona.
Según un estudio de AVA-ASAJA, a la puerta de los ‘mercas’ el tomate valenciano de calidad se vende a hasta 1’3 €/kg cuando los costes ascienden a 1,5 €/kg, la patata y la cebolla a 0,15 €/kg frente a 0,30 €/kg de costes, el pimentón italiano a 0,35 €/kg con 0,50 €/kg de gastos, la berenjena a 0,40-0,50 €/kg con 0,60 €/kg de gastos, y el calabacín y el pepino blanco se hunden a los 0,20 €/kg cuando los costes suben a 0,40 €/kg y 0,60 €/kg respectivamente.
“La campaña de hortalizas de verano ha arrancado con muy mal pie”, asegura Cristóbal Aguado, presidente de AVA-ASAJA, quien añade que “al principio de campaña los precios de las hortalizas precoces de gran calidad normalmente se caracterizan por ser altos al coincidir con el final de la recolección en Andalucía”.
El dirigente agrario critica que “mientras las hortalizas valencianas no encuentran salida en las fruterías de barrio por el desplome del consumo, las grandes superficies y supermercados prefieren colocar en sus lineales hortalizas de otras zonas productoras”. Un caso “gravísimo” sería la preferencia por la patata vieja, comprada a Francia a precio de saldo, aunque sean de una calidad mucho peor a nuestra patata temprana”.