AVA-ASAJA rechaza dar más concesiones a Marruecos en naranjas y defiende que se mantenga su ‘status quo’

AVA-ASAJA exige a la Comisión Europea (CE) que no rea­­lice más concesiones a Marruecos en cítricos y que, en líneas generales, man­tenga el ‘status quo’ del actual convenio comercial. Tras los pro­nun­cia­mientos de la Ofi­cina Europea de Lucha Contra el Fraude (OLAF), la organización agraria exige que se modifique el sistema de precios de entrada para evitar la co­mi­sión de más fraudes con los precios de entrada como los detectados con las im­por­ta­cio­nes de tomates. “Si la CE sigue dan­do más facilidades a Marruecos para in­tro­du­cir sus fru­­tas y verduras estará ali­men­tando la competencia desleal que este país practica y no só­­lo perderá el sector sino también los con­su­mi­dores, que tendrán un producto de peor ca­­lidad y sin la debida seguridad alimenta­ria”, denuncia Cristóbal Aguado, pre­si­dente de AVA-ASAJA.  

 

Marruecos ha reclamado a Bruselas las mismas concesiones dadas en 2008 a Egipto con las naranjas, lo que supondría eliminar el contingente (tonelaje máximo) y man­tener el precio de entrada (cotización mínima). La comisaria de Agricultura, Mariann Fischer, alegó a este respecto que las cotizaciones de naranjas marroquíes habían evo­lu­cio­nado al alza, por encima de los precios de entrada y situándose en el entorno de las es­pañolas por lo que dedujo que no suponían ninguna amenaza. Además de cues­tio­­nar la veracidad de los precios medios dados por la CE y de denunciar lo fácil que es ma­nipular los precios de entrada, AVA-ASAJA advierte en este sentido que si la pro­duc­ción del país vecino no crece ni ocupa mayores cuotas en la UE es –entre otros motivos- porque las bajas cotizaciones eu­ro­peas in­vi­tan a colocar sus na­ran­jas, bien en su mer­ca­do doméstico bien en países terceros, co­mo Rusia.  

 

De cualquier manera, la organización agraria recuerda que la irrup­ción de las na­ranjas marroquíes es usada comúnmente por la gran distribución para presionar los pre­cios a la baja. Junto a ello, conviene no olvidar que se trata de un producto con pro­ble­mas de saturación y que en toda la cuen­ca mediterránea la naranja ha pasado de una pro­ducción de menos de cinco millones de toneladas en 1985 a otra de 6,6 millones. 

 

Para AVA-ASAJA, Bruselas debería tener en cuenta de cara al proceso de ne­go­cia­ción que Marruecos está vulnerando el aún vigente Acuerdo de Asociación y pro­vo­can­do graves distorsiones en el mercado. Un hecho que es manifiesto en el caso del to­mate pero que podría ser habitual en el de las naranjas si es que se modifican las ac­tua­les condiciones de entrada a la UE. 

 

AVA-ASAJA solicita además a Bruselas que se no realicen más con­cesiones, especialmente en cultivos declarados ‘sensibles’ así como en otros aho­ra desposeídos de tal consideración como la propia naranja, el pimiento, el melón o la sandía. Rechaza igualmente la pretensión alauí de distribuir los con­tingentes asignados a Marruecos por trimestres en lugar de mensualmente, pues esta flexibilidad facilitaría en determinados momentos críticos el hundimiento de pre­cios en el mercado europeo. Y en idéntico sentido reclama que se exijan a las im­portaciones marroquíes las mismas condiciones fitosanitarias y de calidad que a las españolas.

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