AVA-ASAJA denuncia que en dos años la compra de tractores se ha desplomado un 40% en la Comunitat

Según los datos del Ministerio de Me­dio Am­bien­te, Rural y Marino las compras de tractores en la Comunitat se han des­plomado de enero a mayo de este año un 40% con respecto al mismo periodo del año 2006. Por el contrario, en el conjunto del país y en idéntico plazo de tiempo se ha re­gis­trado una leve recuperación de las ventas de estos vehículos de casi el 2%, denuncia la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA).

 

 

“La su­­bida de todos los costes de producción no se puede repercutir en los precios en ori­gen, por lo que el agricultor es­tá su­friendo un proceso cada vez más rápido de des­capitalización que le obliga a re­cor­tar gastos, en este caso de ma­qui­na­ria”, explica el presidente de AVA-ASAJA, Cris­tó­bal Aguado. 

 

Efectivamente, las estadísticas evidencian también que la reducción de la in­ver­­sión de los productores valencianos en este tipo de vehículos –claves para me­jo­rar la productividad- se está acelerando. Si la caída de compras durante los cinco pri­meros meses de 2007 era del 22,42% (de 446 tractores adquiridos de enero a mayo de 2006 se pasó a 346 en el mismo plazo del siguiente año), como se ha dicho, el descenso registrado en este ejercicio casi duplica al del anterior (con sólo 269 trac­tores comprados, un 40% menos).  

 

“Alguien tendrá que reflexionar qué está pasando en la agricultura valenciana, puesto que la caída de este tipo de inversión se da es­pecialmente en la Comuni­tat, en las zonas hortofrutícolas” y no tanto en las ce­rea­lis­tas, afirma Aguado. De hecho, las compras de tractores en el conjunto de España se han re­cu­perado este año tras sufrir un leve descenso durante el pasado ejercicio (6.468 tractores vendidos en 2006; 6.087, en 2007 y 6.589 en 2008). 

 

La Comunitat Valenciana tiene un parque de 64.607 tractores de los que sólo es­tán en uso 54.331. De esta cantidad se sabe que alrededor de 16.000 unidades tie­nen más de 20 años de antigüedad. El envejecimiento de esta flota es causa funda­men­tal de la inseguridad e influye, por tanto, en muchos de los accidentes laborales que se producen en el campo. De ahí que tanto la Ad­ministración central como la autonómica contribuyan desde hace años con un ‘plan renove’ para facilitar la financiación de nuevos tractores y al achatarra­mien­to de los antiguos. Pese a todo, en 2007 sólo se produjeron 120 solicitudes de ayu­das y ni siquiera se llegó a cubrir el presupuesto autonómico asignado para tal fin. 

 

“Pese a ofrecerse facilidades, el agricultor se está viendo superado por unos precios en origen que muchas veces no cubren los dis­­paratados incrementos de los precios de los fertilizantes, los plásticos de los invernaderos, el gasoil, los piensos… y sólo puede pensar en salvar el día a día”, explica Aguado. Por este motivo, el presidente de AVA-ASAJA reclama a la Admi­nistración medidas que sirvan para garantizar una rentabilidad digna y aliviar el disparatado incremento de los gastos de producción “porque cuando se preocupa sólo por subsistir es imposible pen­sar en modernizarse y aumentar la productividad”.

 

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