“Estos problemas son habituales pero este año se ha complicado todo porque, al incluir por primera vez los cítricos en el pago único los expedientes a tramitar se han disparado, porque las alegaciones a realizar han sorprendido a agricultores y funcionarios de vacaciones y porque el Sig-Pac a partir del cual se fijan las ayudas tiene infinidad de incorrecciones”, denuncia el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado.
El Sistema de Información Geográfica de Parcelas Agrarias (Sig-Pac) es la herramienta informática que exige Bruselas para justificar el reparto de las subvenciones de la Política Agrícola Común (PAC). Con tal instrumento se identifican mediante fotografías aéreas las parcelas que tienen derecho a percibir las ayudas según la superficie cultivada. Y son precisamente en estos datos, claves para justificar y calcular la ayuda, los que presentan errores que ahora la Administración apremia masivamente a corregir.
“El Sig-Pac se ha ido corrigiendo en años anteriores aprovechando los periodos de tramitaciones de otras ayudas –como cereales, olivar, remolacha…- pero éste es el primer año que se incluye a los cítricos en el pago único. Pese a que los problemas eran previsibles, el Gobierno central no quiso rectificar antes los errores para agilizar después la tramitación y ahora, a mitad de verano, se está generando un gran nerviosismo entre los citricultores”, se lamenta Aguado. Efectivamente, en el caso valenciano la inclusión de los cítricos en las ayudas directas de la PAC ha supuesto duplicar el número de expedientes y de los 137.000 presentados, más de 30.000 presentan algún tipo de problema para poder cobrar la ayuda y recibirán carta.
AVA-ASAJA confía por ello en que –como ha ocurrido otros años- la Administración será flexible y permitirá que se amplíe el plazo de contestación. En las cartas remitidas por la conselleria se alerta sobre errores del Sig-pac que requieren de la aportación de los datos del catastro para refutarlos. El problema se agrava cuando en uno y otro sistema se mantienen las mismas o mayores incorrecciones, lo que complica la tramitación del expediente. La masificación de expedientes ha facilitado, por otra parte, que la Administración reclame ahora papeles que ya se presentaron en la solicitud de ayudas, documentos que no se requerían en anteriores convocatorias o que a estas alturas del año son imposibles de conseguir.