El presidente de la organización agraria, Cristóbal Aguado, subraya que “no se entiende el cierre del matadero de Alicante sin ofrecer un plan “B” para las partes implicadas o construir uno nuevo, por lo que entendemos que detrás de toda esta operación podría haber otros intereses”. En este sentido, el matadero, de gestión privada, pero construido en suelo público, se encuentra situado en una zona de gran potencial urbanístico junto a los terrenos de la Ciudad de la Luz.
Las administraciones local y autonómica justifican la clausura y posible derribo del inmueble argumentando que el matadero de Alicante no cumplía con las normas de sanidad, pese a que el contrato en vigor de los terrenos finaliza en 2011. La carne que salía de esta instalación llegaba a poblaciones tan dispares como Benidorm o Crevillent. La decisión afectaría a cerca de 400 ganaderos de ovino y caprino de la provincia, con cerca de cien mil cabezas, y a otros tantos de porcino.
Actualmente, las explotaciones de ovino y caprino en la provincia de Alicante ascienden a casi 500, 97 de vacuno, 94 de equino, 71 de porcino y 57 sólo de caprino.