AVA lamenta que el plan de reconversión se reduzca a sólo 16.000 ha. y que maltrate al 60% de citricultores

Tras conocer los términos del proyecto de Real De­­­­creto que regulará el plan de reconversión varietal de cítricos, AVA-ASAJA va­lo­ra los cambios introducidos para flexibilizar el acceso a las ayudas a los ci­tri­cul­tores ‘in­de­pendientes’ pero lamenta que las aspiraciones del proyecto se li­miten a in­troducir nue­vo material vegetal en sólo 16.000 hectáreas (ha) para todo el país. La cifra  es "ridícula" para la organización ya que, sólo en la Co­muni­tat, la Generalitat Valenciana estimó en su momento que era necesario re­con­ver­tir entre 20.000 y 25.000 ha.

 

 

De igual manera y pese a las modificaciones, AVA-ASAJA rechaza que el texto establezca que, en el caso de que se superase tal extensión, “serán atendidas en pri­mer lu­gar” las solicitudes presentadas por las or­ganizaciones de productores (OPFH), de­jan­do el “sobrante, si lo hubiera”, para re­partirlo “pro­por­cio­nalmente” al importe de las solicitudes de los ci­tri­cul­­to­res individuales. 

 

En tales condiciones “el proyecto difícilmente tendrá éxito puesto que se sigue mal­tratando al colectivo de productores no ligado a una OPFH, que suma más del 60% del sector”, explica el presidente de la asociación, Cristóbal Aguado. Un hecho que, por cierto, ya motivó que el 6 junio AVA-ASAJA calificase de “crispador” el con­te­nido del anterior borrador. Es más, con la regulación ahora presentada, podría dar­se el caso que tales organizaciones (las OPFH) copasen el 100% del presupues­to o que incluso no se pudieran satisfacer el global de sus peticiones. Sólo si, como ma­ti­za el texto, no se cubrieran en las cuatro temporadas que durará el plan (entre 2008 y 2013) las mentadas 16.000 ha, se podría atender las solicitudes de los ci­tricultores li­bres que, a su vez, tendrían que ‘prorratear’ lo que que­dase de las ayu­das.

 

Ésta es la consecuencia de haber reducido al 5% el área citrícola na­cional la su­­perficie a re­convertir, cuando en un primer momento el Go­bierno barajó un por­centaje del 10%. Tampoco contribuirá al éxito del proyecto, la gran cantidad de trabas buro­crá­ticas exigidas a los demandantes. Entre ellas destaca la obligatoriedad de presentar una “jus­tificación técnico-económica de la viabilidad” de los nuevos plantones o in­jertos, un documento que además debería incluir un “plan de comercialización”. Pe­se a que sobre el papel y considerando la aportación que se pueda realizar desde la Ad­ministración autonómica, las ayudas para financiar los costes de la reconversión po­drían llegar al 50%, en la práctica, la inmensa mayoría de los posibles de­man­dantes sólo cumplirán los criterios para aspirar a una subvención del 30%.

 

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