AVA advierte que la huelga está dejando sin alimento al ganado y provocará un grave problema sanitario

AVA-ASAJA advierte que la huelga de trans­por­te ha puesto en jaque a la cabaña ganadera de la Comunitat de porcino, va­cu­no, cu­ní­­cola, avícola y equino. Alrededor de 2.700 granjas valencianas sufren des­de el lu­­­nes o incluso antes pro­blemas en el suministro de alimentos y la ame­na­za de muer­­­­te por inanición de muchos animales será inminente si no se les atien­­de en bre­ve. Y el problema que se avecina no es sólo comercial sino también sanitario por­que, al igual que con el transporte de pien­sos, el sistema de re­­ti­ra­da de cadáve­res de las explotaciones está muy lejos de funcionar con normalidad.

 

 

Además, los cuer­pos de los ani­males que usual­men­te mueren cada día han co­men­za­do ya en algunos ca­sos a descomponerse. “Nos solidariza­mos en un principio con la causa de los trans­portistas pero ya h­e­mos tenido de­­­­masiada paciencia y las pérdidas tras tres jornadas de paro y una cuarta en la que parece que se está reabriendo el tránsito podrían superar los 30 mi­llo­nes por lo que el Gobierno, como ya ha comenzado a hacer con algunas mer­can­cías, debe garantizar pasillos sanitarios pa­ra dar de comer a los ani­­males, eliminar los cuerpos de los ya muertos y sacar ade­lan­te las miles de to­ne­ladas de frutas y hortalizas que aún se puedan salvar”, ad­vierte el presidente de AVA-ASAJA, Cris­tóbal Aguado.

 

En este sentido, la organización agraria ha propuesto a la Conselleria de Agricultura ofrecer un plan similar al ya aplicado con los cítricos, que permitiría desviar a las granjas como alimento del ganado el género bloqueado y que no sea apto para el mercado en fresco. AVA-ASAJA lamenta asi­mismo los inci­den­tes que estos días se han dado con los pi­quetes apostados a las puertas de la principal industria láctea va­lenciana, amén del bloqueo ge­ne­ra­lizado del transporte de animales a los mataderos o a las granjas. De hecho, ya hay algunas granjas de vacuno que, obli­gadas a ordeñar dos veces al día a los animales y tras agotar su ca­pacidad para almacenar leche,  se han vis­­to abocadas a ti­rarla.

 

De igual manera, la organización agraria exige a la Dele­ga­ción del Gobierno que satisfaga la petición del sector y ordene escoltar la sa­lida desde el Puerto de Valencia de un primer convoy con cereal para elaborar pien­sos. En esta misma línea, AVA-ASAJA reclama a la Administración central que ga­rantice ya la salida de los almacenes de confección de la fruta de verano y de las hor­­talizas que no han seguido su curso comercial por la coacción de los piquetes. “Una vez alcanzado un acuerdo con la principal patronal del transporte, la crisis debe solventarse con la mayor rapidez porque ni los agricultores ni los consumidores  te­nemos porqué pagar los platos rotos de los ca­mioneros”, advierte Aguado.  

 

Especialmente crítica es la situación de los tomates, nísperos, brevas, higos o ciruelas, cultivos que requieren ser distribuidos a los pocos días de su recolección y que en una proporción muy importante han sido o tendrán que ser eliminados, con lo que se com­­­plicará el pago a los agricultores y se perderá cuota de mercado en Eu­ro­pa al ocupar ése espacio otras producciones.

 

Por su lado, los melocotones, nec­ta­ri­nas o al­baricoques, cuya recolección se ha paralizado, co­menzarán a de­gra­dar­se en breve por efecto de los hongos que facilitan las lluvias y por la mayor ma­du­ración que conllevará la subida de las tem­peraturas, con lo que en el mejor de los casos se elevarán mucho los destríos o sencillamente se echarán a perder.   Si en el caso hortofrutícola AVA-ASAJA estima unas pérdidas de casi seis mi­llo­nes de euros por día de paro, en el ganadero éstas podrían ascender a otros cua­tro millones.  

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