AVA-ASAJA denuncia los nuevos ataques de aves al arroz y a las hortalizas de Silla, Sollana y Catarroja

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) denuncia que las aves de La Albufera han in­ten­si­ficado los ataques que venían realizando los últimos meses no sólo sobre los arrozales del lago sino con­­­tra los huertos de los municipios lindantes. Así, AVA-ASAJA ha re­gistrado mul­ti­tud de daños causados por los animales que, en su búsqueda de alimento, están des­tro­­zando campos de lechugas, coles, maíz o incluso melones ubicados en los tér­mi­­nos de Silla, Sollana y Catarroja.

 

 

 

“La Conselleria de Medio Am­biente debe hacerse cargo de este grave problema e indemnizar a los agricultores sin aten­der a zo­nificaciones artificiales, porque estamos viendo como las aves están ali­men­tán­dose en campos situados a más de 4 kilómetros de distancia del lago”, advierte el pre­sidente de la asociación, Cristóbal Aguado.   

 

El perjuicio causado por la avifauna se ha agravado este año porque su población ha aumentado considerablemente respecto a 2007 y las aves compiten por el alimento mucho más allá de las fronteras del parque, lo que ha multiplicado el número de agricultores afectados. “El ínfimo pre­supuesto de las compensaciones aprobadas por la Generalitat y las restric­cio­nes que establece la normativa dejarán a la inmensa mayoría de ellos sin la in­dem­ni­za­ción que legítimamente debería percibir por su contribución a la pre­ser­vación del eco­­sistema del parque”, advierte Aguado.  

 

Efectivamente y pese al esfuerzo realizado en los úl­timos años para aumentar la dotación, el departamento de José Ramón García An­tón sólo destina a este con­cep­to una partida de 120.000 euros, cuando AVA-ASAJA es­tima que –sólo las pérdidas causadas en los arrozales y sin contar las provocadas fuera del parque, igual­men­te cuantiosas- as­cenderían a más de 450.000 euros.

 

De otro lado, las ayu­das amparan sólo los da­ños provocados por tres especies de aves acuáticas y úni­ca­mente se cubren los causados en todo el Parque Natural en el caso de los rea­lizados por el calamón común o ‘gall de canyar’, mientras que para las otras dos es­pecies se li­mi­tan las ayudas a zonas de reserva y a parcelas situadas a tan sólo 500 metros del pe­­rímetro del lago. 

 

AVA-ASAJA recuerda, en este sentido, que varias de las reclamaciones ju­di­cia­les presentadas por este motivo desde el año 2000 quedaron resueltas hace unos me­­ses y obligaron a la Administración a cubrir los daños que se denunciaron. “Si la con­­­selleria no se hace cargo de la gravedad de la situación y no extiende las in­dem­ni­­­zaciones tanto a los arroceros del parque como a los agricultores de los mu­nicipios co­lindantes, volveremos a acudir a los tribunales”, advierte el presidente de la aso­cia­ción, sin descartar otro tipo de medidas de protesta.

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