AVA rechaza la propuesta de reconversión varietal por “rácana” y porque discrimina al 60% de citricultores

AVA-ASAJA rechaza de plano los términos pro­­­­puestos en el primer borrador del Plan de Reconversión Varietal que el Gobierno cen­tral presentó a las autonomías citrícolas en marzo y que acumula ya un im­por­tan­te retraso en su tramitación. Para su presidente, Cristóbal Aguado, el borrador pre­­sentado “discrimina a los citricultores no asociados a una Or­ga­nización de Pro­duc­to­res (OP) y que suponen alrededor del 60% del total), es extremadamente res­trictivo y, resulta rácano y de­cep­cionante”.

 

 

 

El citado documento sitúa la ayuda máxima en un 40% de la inversión para el arran­­que e injerto/plantación (de hasta el 50%, incluyendo la aportación autonómica, si se trata de una zona desfavorecida). Así las co­­­sas, el plan -si se confirma que se dará en tales términos- no contribuirá en nada a pa­­­­liar la crítica situación que vive el mercado de plantones cuyas cifras en 2007, debido a la crisis por la que atraviesa el sector, se re­­­­­­dujeron a mínimos históricos de sólo 2,17 millones de unidades, por las 4,3 mi­llo­nes de 2006. 

 

Más gravoso aún si cabe son las con­di­cio­nes de acceso que el borrador fija pa­ra los productores no asociados a una OP. Para este colectivo mayoritario en la Comunitat se condiciona la subvención a que el citricultor se com­prometa por escrito a vender toda su co­­secha a una OP o comercio privado durante las tres campañas posteriores a la inversión. Para Aguado tal re­qui­­­sito “es un absurdo que va contra el li­bre mercado porque sitúa al productor en situación de de­bi­lidad frente a los ope­ra­dores co­merciales al negarle su capacidad pa­ra negociar un precio”. Asimismo, el líder agrario lamenta que para “ganar una ayuda se tenga que re­nunciar antes al mercado” e incluso advierte que la medida podría “fomentar la venta a resultas”.  

 

AVA-ASAJA se opone igualmente a excluir de las ayudas para el reinjertado a aquellas fincas con árboles de más de cinco años de edad. Para Aguado, el decreto parece “estar pen­sado a la medida de otras regiones ci­trí­co­las españolas, que tienen plantaciones más jóvenes que las valencianas”. De igual manera, exige que el plan no deje fuera a aquellos campos que se hayan descuidado a causa de la pérdida de ren­tabilidad del cultivo porque “con variedades nue­vas y modernas podrían adap­tar­se al mercado y seguir con­tri­bu­yendo al man­tenimiento del paisaje y del me­dio­am­bien­te”, advierte el líder agrario. 

 

Por todo lo cual, el presidente de AVA-ASAJA reclama al nuevo Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural que “en lugar de poner trabas con requisitos re­dac­tados con mala fe para reducir el número de beneficiarios, asigne un pre­su­puesto suficiente para abordar la reconversión varietal que prometieron, que necesitan los productores y reclama el mercado”.

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