AVA advierte que se hundirán las cotizaciones de la satsuma si la UE no protege ya a la industria de gajos

AVA-ASAJA advierte que si Bruselas no se de­­cide en breve a aprobar las medidas proteccionistas que prometió activar contra la sat­­­­­su­­ma en conserva de China, se podría provocar la ruina tanto para los pro­duc­tores de esta variedad como para las pocas fábricas que aún quedan. Des­de que el 8 de no­viembre venció la cláusula de sal­va­guardia con­­­­­tra el productor asiá­tico, la in­dustria de gajos de esta procedencia viene colocando su pro­­duc­to en Europa a un precio inasumible para las conserveras españolas.

 

 

 

Si en las próximas se­ma­nas no se frena su expansión, el sector va­len­ciano acu­mu­lará de­masiado stock como pa­ra seguir adquiriendo género al co­mienzo de la próxima tem­po­ra­da, con lo que de­ce­nas de miles de toneladas de satsuma que antes se trans­for­ma­ban se redirigirán ha­cia mercado en fresco agudizando los posibles problemas de sa­­tu­ración y hundiendo las cotizaciones de estos citricultores.

  

Cuando venció el sistema de contingentes (tonelajes máximos) a partir del cual se sancionaba con aran­­celes a la industria china, el ejecutivo comunitario pro­me­tió dar línea de con­ti­nuidad a la protección al sector español con soluciones dis­tintas a la cláu­sula de sal­va­guardia. Así, desde el ejecutivo comunitario se iniciaron los trabajos para apli­car me­didas ‘anti­dum­­ping’ contra el país ex comunista y se au­guró que el informe estaría con­cluido, como muy tarde, en fe­brero.

 

 

La retroactividad de tres meses de la medida, de haberse aprobado entonces, hubiera permitido salvar el producto español y con ello sacar adelante la producción ya transformada.  

 

“La burocracia o la falta de sensibilidad de Bruselas ha retrasado su apro­ba­ción con lo que no sólo se está poniendo en peligro a las últimas fá­bricas con­ser­ve­ras de cítricos, sino que se está amenazando la estabilidad de La Ribera, donde se concentra la producción de satsumas”, advierte el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado. Efectivamente, la ac­tivi­dad de esta industria es clave en la citada comarca, donde se dedican a las satsumas alrededor de 10.000 hec­­tá­reas, que des­ti­nan al menos el 20% de su producción a su trans­formación en conservas en al­mí­bar.

 

 

 

 

Pese a que cada año se reduce su su­per­fi­cie cul­tivada y que es ésta una de las variedades que más urge re­con­ver­tir, su producción para la pró­xima temporada po­dría acercarse a las 200.000 toneladas.  

 

 

 

Los ín­fi­mos costes salariales y la política monetaria china -que mantiene al yuan alineado con el dólar pese a estar devaluado entre un 30 y un 40%- permiten a sus conserveros colocar en puertos europeos como el de Rotterdam las ca­jas de 24 onzas a 5,42 euros cuando sólo el coste de producción de las fábricas mur­cianas y valencianas se sitúa en no menos de 9 euros. "El impacto de tener que comercializar en fresco las casi 50.000 toneladas que antes se convertían en conservas en al­míbar se medirá en puestos de trabajo y en la pérdida de millones de euros en la ren­ta de los citricultores de La Ribera", concluye Aguado.

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