AVA-ASAJA rechaza por infundadas y alarmistas las interpretaciones que se han vertido sobre supuestos “aterramientos de residuos contaminantes” en la Albufera. Pese a la espectacularidad de las imágenes reproducidas, lo cierto es que la acumulación de estos escombros es provisional y en breves fechas se procederá a su traslado.
El transporte de estos inertes a las parcelas concretas de varios propietarios de arrozales se realizará en unas semanas, en cuanto las tierras ahora humedecidas por las lluvias se sequen y se hará en pequeños tractores de manera escrupulosa y siempre respetuosa con el entorno. “Es una actuación limpia, necesaria y conveniente”, matiza el responsable de la sectorial de arroz de AVA-ASAJA, Miguel Minguet, quien explica que tales escombros están compuestos por restos de atovones, por grabas finas y piezas de hormigón que nunca se mezclan con “basuras, plásticos, maderas o ningún tipo de elemento contaminante”.
Tales materiales son imprescindibles para este tipo de labores porque fijan de la mejor manera los fangos de estas zonas y evitan, por ejemplo, que se produzcan filtraciones por los movimientos de tierra, las corrientes de agua o por la acción de los agresivos cangrejos americanos u otras especies de la fauna local que también realizan cavernas en el subsuelo.