Lejos de hurtos individuales, detrás de los reincidentes delitos se encuentran bandas organizadas que actúan tanto de día como de noche y transportan la mercancía robada en furgonetas. 

“Tras varias campañas de auténtica ruina, los robos de fruta en el campo ha vuelto de una manera alarmante, en número y gravedad, y no vamos a consentir que nuestro esfuerzo se lo lleven los delincuentes”, denuncia Cristóbal Aguado, presidente de AVA-ASAJA.  

Aguado destaca que “esta situación de inseguridad va a más y puede llegar a ser peligrosa, porque nos podemos encontrar con casos muy graves en los campos”. Por ello, “es urgente que las administraciones aporten más recursos humanos y económicos para mejorar la efectividad de las fuerzas de seguridad y orden público, y acentúen la vigilancia no sólo en campo sino también en los centros receptores de mercancía robada”.            

En relación al último punto, Aguado insiste en la proliferación de “pequeños almacenes semiclandestinos, incluidos algunos puestos de venta ambulante, que carecen de documentación que acredita el origen de la fruta”.