Geslive presiona para cobrar por la Nadorcott pese a que el Gobierno advierte que no es legítimo

AVA-ASAJA denuncia que Geslive ha re­to­mado su campaña de “coacción” a los productores, almacenes e in­cluso grandes su­perficies ad­vir­tiéndoles en cartas sobre las su­pues­tas consecuencias jurídicas que tendría la no ‘regularización’ de la  mandarina Afou­rer/Nadorcott. La fun­dación que representa los intereses de los Dominios Rea­les de Marruecos obvia en tales mi­sivas el posicionamiento que a este respecto man­tie­ne el Mi­nis­te­rio de Agricultura.

 

El MAPA sólo reconoce al obtentor de la va­riedad el poder exi­gir una ‘indemnización razonable’ y no los royalties por plantón que se re­claman al productor. Además los dos procesos judiciales que aún están pendientes de re­so­lución también cuestionan la legitimidad de Geslive para actuar de tal manera. 

 

La actitud beligerante de Geslive ha propiciado que surja un doble mercado para esta mandarina tardía. De un lado se trabaja con un precio en origen de la cle­mentina ‘regularizada’ (cuyo productor sí ha abonado los derechos) y que la Lonja de los Cítricos situó esta semana en 7,81/9,62 euros/arroba y, del otro, existe un pre­cio pa­ra­lelo para la ‘no regularizada’ que vendría a situarse en unos 7 eu­ros. 

 

Como en anteriores campañas, pero esta vez con mayor insistencia, Geslive está remitiendo misivas advirtiendo sobre las hipotéticas consecuencias penales que ten­dría comercializar tal mandarina sin la licencia del obtentor que, en la práctica, no es otro que el propio Rey de Marruecos. Una pretensión que cuestionó re­cien­te­mente la má­xima autoridad en esta materia de España, Ricardo López de Haro Wood. Efectivamente, el hasta junio director general de la Oficina Española de Va­rie­­dades Ve­getales citó expresamente el caso de la Na­dor­cott/­Afou­rer en el trans­curso de un seminario organizado en febrero por el propio Mi­nisterio de Agricultura. Para López de Haro quienes reprodujeron esta variedad entre la fecha de la pre­sen­ tación de la solicitud (22 de agosto de 1995) y la con­cesión del registro europeo (publicado el 4 de octubre de 2004) “no pueden cometer delito alguno puesto que el único derecho que la legislación reconoce al obtentor es el re­ci­bir una indemnización razonable (entre 0,5 y 1 euro por plantón), pero no a excluir a los demás (los que no hayan pagado los royalties) de su uso”. Tal con­clusión, que afectaría a la mayoría de productores del cítrico, coincide con la que extrajeron los expertos de la Universidad de Valencia en un informe realizado al efecto. 

 

De igual manera, Geslive parece olvidar que se siguen dos acciones judiciales que también cuestionan su forma de actuar. La Fe­de­ra­ción de Cooperativas Agrarias (FECOAV) espera que, en breve, se pronuncie el Tribunal de Primera Instancia de la UE (en Luxemburgo) sobre el recurso que in­ter­pusieron contra el registro europeo de esta mandarina. Por otra parte, un citricultor asociado a AVA-ASAJA promovió una segunda iniciativa judicial –que ahora se dirime en un juzgado de lo Mercantil de Madrid- para que se declare nulo por abusivo el contrato para explotar esta variedad. 

 

El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, critica el hecho de que “multitud de clementinas creadas en la Comunitat puedan cultivarse sin traba alguna en Marruecos y, en cambio, nosotros tengamos tantos problemas para plantar una va­riedad que, además, lleva muchos años aquí y cuyo éxito comercial actual se de­be al sector español y no al alauí”. Y es que, las restricciones que prometió Geslive para revalorizar este cítrico son cada vez menores: Su­dá­frica, bajo el sello ‘Clemengold’ ya prepara decenas de miles de toneladas; en Ma­rruecos el monarca ha permitido ampliar las tierras donde se explota más allá de las de la de los Do­mi­nios Reales y en EEUU, bajo la marca Delite, se viene pro­du­ciendo desde hace lustros de forma masiva sin pagar royaltie alguno. 

 

Aguado recuerda que, en sólo un año, el IVIA pondrá a disposición de los citricultores –con subvenciones del plan de reconversión varietal- 5 clementinas también tardías “que son de mayor calidad y que no sufren la ‘pinyolà’ de la Afourer”.  

 

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