AVA estima que el abandono de más de 50.000 hectáreas de cultivo en 2007 favorecerá los incendios forestales

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) estima que el abandono de más de 50.000 hectáreas de cultivo, tanto de regadío como de secano, en la Comunitat Valenciana que se ha producido durante los seis primeros meses de 2007 favorecerá la propagación de los incendios forestales.

El reciente incendio registrado en los Serranos ha demostrado que el fuego queda controlado cuando alcanza los campos cultivados, mientras que los campos abandonados en lugar de frenar las llamas lo que favorecen es la propagación de las mismas. En este último incendio, el fuego se sofocó en los campos de almendros de la zona, donde las tareas de extinción se realizaron sin dificultades, y solo se quemaron las primeras ramas de los árboles limítrofes. 

 

La dramática crisis de precios en el campo y la constante desconsideración de las administraciones a la gestión medioambiental de los agricultores están acelerando el abandono de la superficie agrícola y, por consiguiente la desaparición de cortafuegos efectivos y naturales. 

 

En este sentido, el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, denuncia que los sucesivos gobiernos “se equivocan al esforzarse en extinguir los incendios forestales cuando ya es demasiado tarde, olvidando la importante labor de prevención que los agricultores garantizan en su trabajo diario en el medio rural”. Más aún, Aguado concluye que “seguramente resulte más barato pagar la prevención, con el trabajo complementario de los agricultores, que la extinción una vez ya está todo perdido”. 

 

Aguado reclama una reflexión a las administraciones para buscar la colaboración de los agricultores porque deben comprender que “la superficie agrícola abandonada está aumentando de manera alarmante y que ello supone no solo la eliminación de un recurso de prevención a largo plazo sino también un mayor riesgo de incendio forestal”.

 

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