Tras la última vendimia, la sectorial vitivinícola de ASAJA ha analizado la situación del sector: una campaña de producción superior a la del año anterior en un 17%, y consecuentemente un mayor desequilibrio entre oferta y demanda ; unos precios para el productor por debajo de costes de producción (si bien es cierto que el precio de la uva blanca ha estado por encima de la tinta); un mercado pesado y paralizado para los vinos tintos, y un consumo a la baja, tanto a nivel nacional como internacional.
Esta situación, que se ha prolongado en el tiempo durante las últimas cinco campañas, está teniendo graves repercusiones en la rentabilidad de las explotaciones y el desánimo se extiende entre buena parte de los productores, cada vez más partidarios de optar por el abandono. Ante esto, la sectorial de vino de ASAJA considera urgente y prioritario que el ministerio de Agricultura tome cartas en el asunto y adopte un paquete de medidas destinadas a hacer frente a esta situación.
Desde hace más de un mes, ASAJA lleva solicitando abordar la situación con el ministerio de Agricultura y ya urge que el ministro Planas se reúna con los representantes de los agricultores. ASAJA quiere proponer al ministro una serie de medidas que limiten el potencial productivo del sector para adecuarlo al mercado y otras destinadas a salvaguardar la supervivencia de los productores.
Entre las del primer bloque y como medida esencial para controlar el potencial de producción está la de establecer una ayuda financiera al arranque de viñedo, independientemente de su posterior replantación o su arranque definitivo. Hay que recordar que Francia ya puso en marcha un programa similar de arranque para los viticultores franceses y acaba de aprobar, el pasado mes de octubre, otro en la misma línea.
También con el objetivo de controlar el potencial productivo, ASAJA insta al ministro a que defienda ante la Comisión Europea la necesidad de prohibir nuevas autorizaciones de plantación durante tres años (2025,2026 y 2027), estudiar la evolución del mercado y permitir que los países miembros de la UE se puedan replantear sus estrategias nacionales. Ambas medidas también serán defendidas por ASAJA en el Comité Mixto Hispano-Francés-Italiano que se celebra hoy en Madrid.
Con el fin de salvaguardar la supervivencia de los productores, ASAJA entiende que se deberían adoptar medidas complementarias como son la flexibilidad en la capacidad de reacción ante las crisis. En este sentido, ASAJA recuerda que como consecuencia de la DANA ocurrida en Valencia 5.000 hectáreas de viñedo han sido arrasadas y cerca de 10.000 han resultado afectadas de distinta consideración.