Las lluvias torrenciales, así como los tornados y el pedrisco, de la peor DANA del último siglo provocaron importantes desperfectos en decenas de viveros de las comarcas afectadas. ASFPLANT avanza que los daños económicos no se pueden cuantificar aún, pero según las primeras empresas consultadas se prevén unas pérdidas de decenas de millones de euros. A medida que los caminos de acceso se vayan reparando y los viveristas puedan ir llegando a sus instalaciones, las repercusiones económicas se concretarán de manera más detallada.
La primera evidencia al visitar los viveros damnificados es la muerte de miles de flores, plantas, plantones de árboles frutales, viña y otros cultivos, campos de planta madre y semillas. Respecto al material vegetal que sigue vivo, muchos viveros no pueden realizar las necesarias labores de riego porque los pozos o depósitos de agua se han llenado de barro o las tuberías de riego han sido arrastradas por la riada. Asimismo, entidades de riego de las que dependen algunas firmas tienen infraestructuras dañadas y desconocen cuándo podrán retomar la administración hídrica.
Además del material vegetal, la DANA causó siniestros de hasta el 100% en estructuras, invernaderos, equipos, maquinaria e incluso infraestructuras de alta seguridad biológica en firmas productoras de semillas. Aun a día de hoy hay viveros, almacenes y naves que tienen un metro de altura de barro y no tienen adónde depositarlo.
El secretario general de ASFPLANT, José Forcadell, explica que “hay que pensar que la mayoría de las plantas estaban vendidas para todo el año 2025, pero es que tenemos plantones que estaban creciendo tres o cuatro años para ser vendidas a agricultores. Estamos hablando de pérdidas de meses y años que comprometen la viabilidad de las empresas. El sector verde es uno de los más dinámicos de la Comunitat Valenciana y ahora necesita un apoyo decidido para salir adelante”.
En este sentido, AVA-ASAJA y ASFPLANT urgen una línea potente de ayudas que sean capaces de reactivar el sector verde, tanto a corto plazo para salvar las plantas y flores vivas, como a largo plazo para reconstruir las empresas. En este sentido, independientemente de las indemnizaciones de los seguros, las entidades plantean inyecciones de liquidez a fondo perdido y líneas de financiación a interés cero con unos años de carencia.