La primera cuestión que se suscita a la hora de establecer unas recomendaciones generales pasa por recordar la importancia de suscribir un seguro de cultivo que cubra las pérdidas de cosecha ocasionadas por la acción directa del granizo.
En segundo lugar, es importante tener en cuenta que cada viñedo puede ser un caso particular, ya que los daños ocasionados por el granizo pueden ser muy variables, dependiendo tanto de la intensidad de la granizada, como del estado vegetativo y susceptibilidad del propio viñedo.
Como norma general y primera intervención se recomienda la realización de un tratamiento fitosanitario que favorezca la cicatrización de las heridas. Este primer tratamiento con un producto cicatrizante se debe realizar lo antes posible (lo ideal sería en las 48 horas siguientes a la granizada). En este caso se pueden utilizar formulados a base de folpet (solo en vid de vinificación) o productos cúpricos en el caso de viticultura ecológica. En estos momentos, por el estado fenológico de las vides, próximo al inicio de la floración, se debería incorporar un antimildiu sistémico para proteger el viñedo del ataque de este hongo.
Viñedos poco afectados
Consideramos “viñedos poco afectados” aquellos que gran parte de la vegetación está sana y quedan suficientes racimos como para obtener una cosecha aceptable. Continuaremos tratando el viñedo contra los parásitos que le puedan afectar, y eliminaremos los sarmientos dañados en la próxima poda de invierno
Viñedos bastante afectados
Consideramos “viñedos bastante afectados” aquellos en los que ha quedado poca vegetación y algún racimo. En este caso, además de realizar el tratamiento cicatrizante y mantener los tratamientos y técnicas culturales habituales del cultivo, se realizará un nuevo desroñado, eliminando todos los rebrotes que no presenten interés alguno. Es importante no realizar desnietado, ya que los nietos o brotes axilares nos van a aportar una superficie foliar necesaria para acumular reservas de cara al próximo año. Posteriormente, en la poda de invierno se eliminarán los sarmientos dañados
Viñedos muy afectados
Consideramos “viñedos muy afectados” aquellos en los que prácticamente no ha quedado vegetación, y muy pocos, o ningún racimo. En este apartado distinguiremos dos casos:
Si no está afectado el primer entrenudo del brote de este año, se debe podar sobre la yema pronta y axilar del primer brote. Esta yema nos proporcionará buena madera para el próximo año y puede dar cosecha, aunque de mala calidad. Se realizará un nuevo desroñado y no se realizará desnietado sobre los nuevos pámpanos.
Si están muy afectados los primeros entrenudos del brote del año se podará a la ciega y se eliminarán los brotes dañados con la mano. Se realizará un nuevo desroñado, sin realizar desnietado sobre los nuevos pámpanos.