Por otra parte, la podredumbre del cuello y las raíces afecta al patrón, principalmente en la base del tronco y las raíces estructurales, donde aparecen chancros de tamaño variable (Fig. 1d). En algunos casos la enfermedad causa también pudriciones de las raicillas absorbentes (barbada), reduciendo la capacidad de absorción de agua y nutrientes, que se traduce en falta de vigor, clorosis y defoliación de los árboles afectados.
Las especies de Phytophthora se desarrollan en el suelo, donde se reproducen mediante esporangios, que forman en su interior otras estructuras más pequeñas denominadas zoosporas que se diseminan por el agua. De hecho, la presencia de agua es necesaria en las fases de multiplicación, diseminación e infección en todas las especies de Phytophthora.
El inóculo de Phytophthora está ampliamente distribuido en los suelos de nuestras zonas citrícolas, aunque con diferentes niveles según la parcela y su historial de cultivo. No obstante, el desarrollo de las enfermedades causadas por Phytophthora depende de unas condiciones específicas, principalmente cuando se dan condiciones de encharcamiento en la parcela.
En el caso de las inundaciones como las provocadas por la DANA, las raíces de los árboles quedan sumergidas en el agua durante días (Fig. 2a), lo que favorece las infecciones de Phytophthora en el patrón, que además se ve sometido a condiciones de asfixia radicular. En la Tabla 1 se indica la clasificación de los patrones de cítricos según su respuesta a la asfixia radicular y las infecciones de Phytophthora. Esta información puede ayudar a priorizar las acciones de control según la parcela.
Por otra parte, en la mayoría las zonas inundadas por la DANA el nivel del agua ha alcanzado al tronco y las ramas principales de los árboles (Fig. 2b), favoreciendo las infecciones de Phytophthora en la variedad. En general, las variedades de cítricos son mucho más sensibles a Phytophthora que los patrones, por lo que las consecuencias de estas infecciones son mucho más graves y pueden condicionar seriamente la viabilidad de la plantación. Las variedades de clementinas son por lo general más sensibles a Phytophthora que las naranjas, lo que puede ayudar también a priorizar las acciones de control.
Una vez evacuadas las aguas de las parcelas de cítricos inundadas y sea posible acceder a ellas con seguridad, es muy importante actuar rápidamente con medidas de control específicas para evitar el desarrollo de la gomosis y la podredumbre del cuello y las raíces. Como ya se ha indicado, los síntomas de estas enfermedades pueden tardar bastante tiempo en aparecer. Una vez las lesiones ya son visibles, la eficacia de las medidas de control es mucho menor por lo que es muy importante actuar con celeridad.
Recomendaciones para las parcelas inundadas por la DANA frente a la gomosis y la podredumbre del cuello y las raíces causadas por Phytophthora spp. en cítricos:
- Retirar los acúmulos de tierra presentes sobre el tronco, especialmente sobre la variedad (Fig. 2c). De esta manera evitaremos el contacto directo de los propágulos de Phytophthora con el tronco y las posibles infecciones posteriores.
- Retirar las protecciones plásticas de los plantones. Los troncos de los árboles jóvenes suelen cubrirse con plástico impermeable para protegerlos del frío, los herbicidas y los ataques de vertebrados (Fig. 2d). Estas protecciones plásticas favorecen la acumulación de agua alrededor del tronco y con ello las infecciones de Phytophthora, causando graves problemas de podredumbre del cuello en el portainjerto y gomosis en la variedad. Si es necesario mantener las protecciones por los daños de vertebrados, pueden sustituirse por unas permeables de malla plástica o metálica.
- Aplicación de los fungicidas sistémicos indicados en la Tabla 2. Los fungicidas sistémicos fosetil-Al, fosfonatos de potasio y metalaxil tienen acción curativa por lo que son efectivos frente a infecciones recientes de Phytophthora. Fosetil-Al, fosfonatos de potasio y metalaxil poseen capacidad de translocación vascular ascendente, por lo que pueden aplicarse vía riego localizado. El fosetil-Al y los fosfonatos de potasio presentan también traslocación vascular descendente, por lo que pueden aplicarse también vía foliar. Estos fungicidas sistémicos, fosetil-Al, fosfonatos de potasio y metalaxil son muy efectivos también si se aplican directamente al tronco y las ramas principales.
La aplicación de compuestos de cobre inorgánico no estaría recomendada en este caso. El cobre es efectivo frente a Phytophthora, pero es un fungicida de contacto y su acción es únicamente preventiva, no curativa, por lo que debe aplicarse antes de la infección. En las parcelas inundadas por la DANA, algunos árboles pueden presentar ya infecciones incipientes por Phytophthtora, frente a las cuales solo los fungicidas sistémicos son efectivos.
Debe realizarse una aplicación inmediatamente que sea posible entrar con seguridad en la parcela, continuando la estrategia durante el próximo año con 2-3 aplicaciones adicionales coincidiendo con los períodos de brotación de los árboles (primavera, verano y otoño).