Boletín de avisos sobre el tratamiento del oídio de la vid (Erysiphe necator)

Boletín de avisos sobre el tratamiento del oídio de la vid (Erysiphe necator)

Enfermedad causada por un hongo ectoparásito, endémica en los viñedos de la Comunitat Valenciana, es decir, todos los años hace acto de presencia en nuestros viñedos, con mayor o menor intensidad. En condiciones climáticas favorables puede llegar a ocasionar la pérdida total de la cosecha.

Todas las variedades de vid cultivadas son sensibles al ataque del hongo, pero hay algunas especialmente sensibles como chardonnay, macabeo o moscatell en blancas y tempranillo, cabernet sauvignon, garnacha o merlot en tintas. En uva de mesa, la inmensa variedad de uvas apireas son muy sensibles al ataque de este hongo.

Este hongo puede desarrollarse a partir de 5ºC y detiene su crecimiento a los 35ºC, siendo letales las temperaturas superiores a 40ºC. Las temperaturas óptimas para su desarrollo se sitúan entre los 25ºC y los 28ºC. Las lluvias finas y persistentes provocarán las primeras infecciones, la humedad relativa alta favorecerá la esporulación y diseminación de la enfermedad, mientras que las lluvias fuertes inhibirán el desarrollo de ésta.

El oídio puede atacar a todos los órganos verdes de la vid, así, en hojas se observa un polvillo blanco ceniciento debajo del cual se pueden ver unos puntitos necrosados. A veces, los comienzos del ataque se manifiestan como manchas de aceite en el haz, parecidas a las de mildiu, pero que suelen ser más numerosas y pequeñas que las de mildiu y nunca muestran la pelusilla blanca del mildiu. Son las llamadas contaminaciones “ascospóricas“, que con buenas condiciones meteorológicas provocarán la posterior explosión de la enfermedad. Cuando el ataque en hojas es muy intenso, las hojas se crispan o abarquillan y se recubren del polvillo blanco ceniciento, tanto por el haz como por el envés.

En brotes y sarmientos los síntomas se manifiestan por manchas de color verde oscuro, que pasan a tonos achocolatados al avanzar la vegetación. Cuando el sarmiento está completamente lignificado el color es totalmente negruzco.

El principal daño de oídio se produce en los racimos. Si el ataque se produce en floración-cuajado, los granitos aparecen con un tinte plomizo y se recubren del polvillo blanco ceniciento. Los daños más importantes se localizan en los granos desarrollados, ya que se produce la detención del crecimiento de la piel y al crecer las bayas es frecuente que se produzca el rajado de éstas, produciéndose daños directos de cantidad e indirectos de calidad, al aparecer las podredumbres como consecuencia de las heridas provocadas en las bayas.

Estrategia de protección:

La mejor estrategia de protección es actuar de forma preventiva en los momentos de mayor sensibilidad. Los momentos más oportunos de tratamiento en variedades y años normales son:

1. Brotes de 10-15 cm de longitud. Estado fenológico F/G

2. Inicio de floración. Estado fenológico I1.

3. Entre cuajado y tamaño guisante. Estado fenológico J/K

4. Cerramiento del racimo. Estado fenológico L

En parcelas en las que se produjeron daños de importancia en la campaña anterior, el primer tratamiento (estado fenológico F/G) será imprescindible. En este caso, hay que tener en cuenta que el azufre podría tener problemas de eficacia si no se alcanzan las temperaturas adecuadas para su buen funcionamiento.

El calendario de tratamientos propuesto es un calendario base. Hay que tener en cuenta que para variedades especialmente sensibles 38 Butlletí d’Avisos - junio núm. 10 / 2024 sería necesario añadir algún tratamiento más, sobre todo, en función de las condiciones agrometeorológicas. Estos tratamientos se podrían situar antes de la floración y/o antes del envero. A partir del inicio de envero, el hongo ya no ataca a la planta, por lo que, si el viñedo está limpio de oídio, ya no harían falta más tratamientos.

Les recordamos que la técnica de aplicación es fundamental para la obtención de una buena eficacia. Por ello, aparte de todo lo expuesto sería necesario obtener un buen recubrimiento de la planta y los racimos, por lo que recomendamos pasar por todas las calles con el equipo bien regulado y calibrado.

Por último, en plantaciones vigorosas es clave realizar la practica cultural de la poda en verde (Desroñado+Desnietado+Deshojado), para facilitar la aireación de los racimos y mejorar la penetración de los productos fitosanitarios

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